*Que se encarguen los líderes…*
¿Cuánta influencia crees que tenés? ¿A cuánta gente estimulaste para transformar algo de su vida?
Por lo general tendemos a subestimar esta pregunta, pensamos que vivimos “nuestra vida” y nada más.
Además de tus amigos cercanos, tus hijos, familia, comunidad están incluso aquellas personas que eventualmente te encuentran y te escuchan.
Siempre que conocemos a alguien, algo nos genera, algo nuevo aprendemos.
La palabra liderar tiene mucho peso, por eso la gente muchas veces le huye, se desentiende.
Pero, somos líderes queramos o no, tenemos influencia más allá de lo que podemos comprender.
A veces la gente se queja del liderazgo: -Eso yo no lo haría así. Aquello es un poco cuestionable moralmente. Debería ser más delicado. En su lugar yo lo haría distinto.
No es invalida la crítica, pero muchas veces la moralina de la ética, es una excusa para quedarme donde estoy.
La Torá nos habla de dos hermanos, el santo Reubén estaba completamente ocupado en penitencia, ayunos y autoperfeccionamiento, pero cada vez que quiso rescatar a su hermano su propia introversión no le permitió dar los pasos necesarios para jugarse por sus hermanos.
El popular Iehudá, su enfoque fue siempre consciente en la verdadera necesidad y angustia del otro, incluso si se equivocó supo corregirlo, y cuando tuvo que dar todo por otro, no lo dudó, eso lo coronó como rey sobre sus hermanos.
Hay que asumir el liderazgo, como Iehudá, hacernos cargo de nuestro hermano, no esperar ser perfectos para ayudar a otros.
El máximo potencial de nuestra existencia no es el mejoramiento personal sino la diferencia y la mejoría que marcamos en otros y en nuestro alrededor.
¿Para que sirve una vida vivida para adentro si nadie puede aprovechar lo que tenemos para brindar?
Sé un líder, ocúpate de otros, hacete responsable de tu influencia.
Shabat Shalom
Iosi Levy
Servicio judío de opinión e investigación periodística
www.identidades.com.ar
www.identidades.com.ar