A días de la conmemoración de Iom Kipur, el día más sagrado del calendario judío, desde el Superior Rabinato de la República Argentina difundieron un mensaje, dirigido a toda la comunidad y a la sociedad en su conjunto, en el que se resalta la importancia del denominado “Día del Perdón”. Ésta radica en la posibilidad de conectarnos con el aspecto más espiritual de nuestra existencia, y en la valiosa oportunidad que presenta, para nuestras vidas, el hecho de redimirnos por las acciones equivocadas que hemos cometido en el pasado.
“Con la salida de la primera estrella, el próximo martes, la comunidad judía se unirá en el ayuno, en las oraciones y en los preceptos sagrados que marca la tradición para conmemorar Iom Kipur”, destacó el rabino Eliahu Hamra, secretario general del Superior Rabinato, en la declaración que elaboró para esta ocasión.
“Hace apenas unos días compartimos la celebración de Rosh HaShaná, fechas en las que alabamos el reinado de D-s en el mundo, en las que celebramos su Creación, y en las que le pedimos que el año que comienza nos depare dicha, buenos augurios, prosperidad y muchas bendiciones,” explicó en su mensaje.
“En los días cercanos a Iom Kipur, la mirada se vuelve hacia nosotros mismos”, advirtió. “Por un lado, hacemos un examen de conciencia, dedicamos tiempo a la introspección, analizamos nuestras acciones y pedimos perdón por nuestros errores.”
“Pero también nos conectamos con otro nivel de nuestra existencia. Más allá de la superficialidad material de nuestro ser, dirigimos nuestra atención a otra dimensión, aquella en la que no existe el pecado, aquella que se mantiene a salvo del mal, y que resguarda y ampara la parte más elevada de nuestra existencia”, expresó el rabino Hamra.
“Nuestra dimensión material tiene un tiempo determinado en este mundo, mientras que nuestra parte espiritual vive en la eternidad. Cada acción que hacemos durante el año influye en nuestras vidas, positiva y negativamente, pero tenemos que saber que aún las acciones negativas no llegan a mancillar la raíz más elevada de nuestras almas”.
“De este lugar sagrado, a salvo del mal y de la negatividad, desciende una influencia buena para nuestra existencia. Y es en Iom Kipur cuando tenemos la oportunidad de elevarnos, cuando nos imbuimos de un espíritu supremo que nos lleva a otra instancia de nuestro alma que es pura y sagrada”.
“En este punto de elevación –continúa el mensaje–, nos conectamos fraternal y amistosamente con nuestros seres queridos, pedimos perdón a D-s por nuestros errores y a nuestros semejantes, aunque creamos que hemos tenido razón”.
“Que las impresiones recibidas en este día sagrado nos acompañen para todas nuestras acciones durante todo el año. Y lo hacemos no sólo desde el influjo sagrado que desciende a nosotros, sino también por las acciones que realizamos ese día, permitiéndonos estar más allá de la vida material, como el ayuno que practicamos”.
“En este día sagrado, además de conectarnos con el aspecto más profundo de la vida, también honramos a las personas que ya no están entre nosotros. Encendemos una vela por su memoria y pedimos por la elevación de sus almas.”
“Iom Kipur nos propone vivenciar una conexión para poder estar todos unidos, para elevarnos, purificarnos y tener un año próspero, lleno de bendiciones.
¡Gmar Jatimá Tová!”