El musulmán que quería quemar una Torá y una Biblia en Estocolmo, Suecia, renunció a su proyecto.
La policía sueca le concedió autorización para organizar su manifestación frente a la embajada de Israel.
De Ahmad A. , el organizador de la manifestación:
“Es una respuesta a la gente que quema el Corán. Quiero mostrar que la libertad de expresión tiene límites que hay que tener en cuenta”
“Quiero mostrar que debemos respetarnos unos a otros, vivimos en la misma sociedad. Lo que quería mostrar es que no está bien hacerl
Israel condenó enérgicamente la intención de quemar una Biblia frente a la Embajada de Israel en Suecia
Lior Haiat, Portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel:
Israel condena enérgicamente la intención de quemar una Biblia frente a la Embajada de Israel en Suecia. Quemar libros sagrados es un acto de odio e intolerancia y no tiene nada que ver con la libertad de expresión. Pedimos a las autoridades de Suecia que impidan la quema de libros sagrados.
Primer Ministro de Israel, Binyamin Netanyahu:
Condeno enérgicamente la decisión de las autoridades de Suecia de permitir la quema de un libro de la Biblia frente a la embajada de Israel en el país. El Estado de Israel toma muy en serio esta vergonzosa decisión que daña el Lugar Santísimo del pueblo judío. Los libros sagrados de todas las religiones deben ser respetados.
Presidente del Estado de Israel, Isaac Herzog:
Condeno inequívocamente el permiso otorgado en Suecia para quemar libros sagrados. Como presidente de Israel, condené la quema del Corán, sagrado para los musulmanes de todo el mundo, y ahora estoy desconsolado porque el mismo destino le espera a la Biblia judía, el libro eterno del pueblo judío.
Permitir la desfiguración de textos sagrados no es un ejercicio de la libertad de expresión, es una incitación flagrante y un acto de puro odio. El mundo entero debe unirse para condenar inequívocamente este acto repulsivo.
Condeno enérgicamente el hecho de que en Suecia permitan la quema de libros sagrados. Como Presidente del Estado de Israel, condené la quema del Corán, sagrado para los musulmanes de todo el mundo, que tuvo lugar en Suecia, y ahora mi corazón está horrorizado por la intención de quemar allí la Biblia, el eterno libro del pueblo judio.
La destrucción de la santidad de las religiones y creencias no es evidencia de la libertad de expresión. Esta es una incitación flagrante y un acto de odio que hiere los sentimientos y creencias de personas de todo el mundo. La familia de naciones debe condenar enérgicamente y luchar contra estos actos vergonzosos.