Durante esta mañana del 10 de Av, fecha en la cual según el calendario hebreo se cumple el aniversario del atentado terrorista contra la AMIA, la institución realizó, en el cementerio comunitario de Tablada, una ceremonia de recuerdo y elevación de las almas de las personas que fueron asesinadas en la masacre perpetrada 29 años atrás.
El rabino Eliahu Hamra fue el encargado de brindar las palabras de bienvenida y de conducir la emotiva conmemoración, que tuvo lugar en la parte nueva del cementerio.
En la ceremonia, el rabino Moshé Benchimol procedió al encendido de las velas en honor a las personas que perdieron la vida en el atentado. Luego del recitado de un capítulo de Tehilim, el rabino Rafael Catan compartió el Kadish de duelo, en honor a todas las personas que fueron asesinadas.
Por su parte, el jazán entonó el Malé Rajamim, la oración por la paz de los difuntos.
Al momento de compartir su mensaje, el presidente de AMIA, Amos Linetzky, manifestó: “Escuché recientemente que las personas tienen dos muertes: una muerte física, cuando dejan este mundo, y una segunda muerte, que es cuando ya nadie habla de ellos”.
“Lamentablemente no pudimos evitar el fallecimiento de las 85 personas asesinadas en el atentado a la AMIA. No pudimos evitar su muerte física, pero lo que sí podemos hacer es evitar esta segunda muerte. Por eso es tan importante recordarlos, rezar y prender una vela en su memoria”, enfatizó Linetzky.
“Según el calendario hebreo, estamos en las tres semanas de duelo, un período en el que ocurrieron las peores desgracias y catástrofes que sufrió nuestro pueblo. En estas fechas, justo en el día posterior a Tisha b’Av (10 de Av), aconteció el brutal atentado terrorista a nuestra institución el 18 de julio de 1994”, agregó. “Es importante que en estos días podamos hacer una introspección, reflexionar y pensar en el amor al prójimo para crear un mundo mejor”, concluyó.
Al finalizar la ceremonia, los presentes se dirigieron al sector donde se encuentran los fallecidos en el atentado terrorista contra la AMIA, donde se colocaron piedras de recordación en cada una de las tumbas.