El Primer Congreso Sionista fue celebrado en Basilea, Suiza, del 29 de agosto al 31 de agosto de 1897 y en este 125º aniversario del Primer Congreso Sionista se lo comienza a conmemorar hoy domingo en la misma Basilea.
A 125 años del 1er. Congreso Sionista. Theodor Herzl: “En Basilea he fundado el Estado judío”
A 125 años del 1er. Congreso Sionista. Theodor Herzl: “En Basilea he fundado el Estado judío”
Hace 124 años se realizó bajo el liderazgo de Theodor Herzl, el 1er. Congreso Sionista realizado en Basilea, Suiza, entre los días 29 al 31 de agosto de 1897.
Theodor Herzl: “Si he de resumir el congreso de Basilea en una sola palabra, que no pronunciaré en público, diría lo siguiente: En Basilea he fundado el Estado judío. La creación de un Estado radica en la voluntad de un pueblo de que exista un Estado… el territorio es tan solo la base material. El Estado, aun cuando posee un territorio, siempre es un concepto abstracto… En Basilea, por lo tanto, he creado este concepto abstracto, que como tal, es invisible para la gran mayoría de la gente, y lo hice con los medios mínimos. Llevé a la gente en forma paulatina a desear un Estado y los llevé a sentir que eran su asamblea nacional”
El Programa de Basilea, estableció las metas del sionismo de aquella época.
El sionismo tiene por objeto establecer para el pueblo judío un hogar seguro pública y jurídicamente en Palestina. Para el logro de ese objetivo, el congreso considera los siguientes medios prácticos:
- La promoción de asentamientos judíos de agricultores, artesanos, comerciantes en Palestina.
- La federación de todos los judíos en grupos locales o generales, de acuerdo con las leyes de los diferentes países.
- El fortalecimiento del sentimiento y la conciencia judía.
- Medidas preparatorias para el logro de los subsidios gubernamentales necesarios para la realización de los objetivos sionistas.
La idea del sionismo siempre se fundamentó en la profunda conexión entre el pueblo judío y su tierra, un vínculo que comenzó hace casi 4.000 años atrás cuando Abraham se estableció en Canaán, posteriormente conocida como la Tierra de Israel. Los anhelos por Sión y la inmigración judía continuaron en el prolongado periodo de exilio que siguió a la conquista romana y a la destrucción del Templo en el año 70 EC.
En el pensamiento sionista, siempre fue central el concepto de la Tierra de Israel como el lugar del nacimiento histórico del pueblo judío y la convicción de que la vida judía en cualquier otro lugar es una vida en el exilio.
Continúan vigentes las viejas premisas de que el Sionismo es el movimiento de liberación nacional del pueblo judío y que tienen como objetivos primordiales:
1. La unidad del pueblo judío y la centralidad de Israel en la vida judía del mundo.
2. La reunificación del pueblo judío en su patria histórica, Eretz Israel, a través de la aliyah desde todos los países del mundo.
3. La preservación de la identidad espiritual, cultural e histórica del judaísmo.
4. La protección de los derechos de los judíos en todos los lugares donde vivan.
Los paradigmas, que impulsen a Israel por un novedoso camino que concluya con muchas tareas comenzadas pero no concluidas:
Ø Eliminar definitivamente las amenazas de destrucción de nuestros enemigos de siempre.
Ø Continuar congregando a los judíos desperdigados por el mundo en nuestro hogar nacional.
Ø Desarrollar una sociedad vibrante y vital orientada a la justicia social, a la igualdad de oportunidades y a la paz comprometida con la vida.
Ø Erigirse como un ejemplo que se expanda a toda esta sufriente humanidad de hoy que es sometida permanentemente a las guerras, a las injusticias, al hambre, a la intolerancia, a la injusta distribución de los beneficios y a las miserias de esta época de globalización.
Necesitamos del sionismo, heredero de todas las utopías y realizaciones anteriores, lo necesitamos los judíos y también lo necesita esta humanidad.
Herzl manifiesta, en ¨El Estado Judío¨ (1895): “el mundo se liberta con nuestra libertad, se enriquece con nuestra riqueza y se engrandece con nuestra grandeza”