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Comunidad Judía Argentina:
Brisas frescas llegan desde el interior de la Argentina
Hace algunas décadas atrás, los judíos que vivíamos en el interior de la Argentina, observábamos con admiración e interés las brillantes actividades comunitarias características de las épocas de oro del judaísmo porteño que luego se irradiaban hacia todas las provincias.
El tiempo ha pasado y hoy se proyectan desde esas periferias geográficas judías los efectos de un federalismo judeo argentino que se caracterizan por el fortalecimiento de las entidades soberanas desde donde irrumpen camadas de dirigentes compenetrados en la descentralización de las decisiones, en las gestiones compartidas y en la convivencia en la heterogeneidad.
Abundan los refrescantes ejemplos de federalismo comunitario en el interior de la Argentina como las exitosas experiencias del Consejo Federal de DAIA, el Comité Federal de la OSA, la Federación de Comunidades Judías Argentinas del Vaad HaKehilot de AMIA, la red argentina de los Beit Jabad y otras múltiples expresiones imposibles de recordar por su abundancia.
אֵנֶרְגִיָה en hebreo o energía en español, es hoy energía comunitaria que se proyecta desde el interior de nuestra Argentina hacia las instituciones centrales: ¡Bienvenida la Energía provinciana!
Vivir en la diversidad le exige a la comunidad judía adaptarse a la heterogeneidad y por esto se debe promover el pluralismo y no pretender recorrer el camino del pensamiento único y esto solo se genera desde la participación, el diálogo, el debate, el respeto al diferente y el federalismo comunitario.