¿Cuál es el secreto de la inmortalidad del Judaísmo?
A través de la historia judía, muchas veces estuvimos a punto de desaparecer, de extinguirnos, de dejar de ser. Por largos y sombríos periodos, nuestro pueblo fue cautivo en Babilonia, fuimos esclavizados y expulsados nuevamente de nuestra tierra de Israel por los romanos y vagamos durante dos milenios por el ancho mundo con la persistente pérdida de la Libertad además de las persecuciones, de las humillaciones, de las discriminaciones y de los genocidios.
Escribía Mark Twain en: Respecto de los Judíos (Concerning the Jews, Harpers Magazine en 1899):
“Los imperios egipcios, Babilónico y persa, crecieron, llenaron el planeta con sonido y esplendor, y después desaparecieron como parte de un sueño. Después aparecieron los griegos y los romanos e hicieron mucho ruido pero también desaparecieron. Otros pueblos, asimismo, han crecido y mantenido su antorcha prendida por algún tiempo, pero finalmente se les apagó y ahora viven en la oscuridad o ya no existen” y concluyendo en forma magistral: “Todo es mortal excepto el judío; todas las demás fuerzas pasan, pero él se mantiene”
En la historia sobresalen muchos procesos donde se quiso hacer desaparecer al pueblo judío:
-El intento de eliminar la cultura judía por parte de los griegos en tiempos del Segundo Templo.
-El genocidio y la expulsión de los judíos de la tierra de Israel por el Imperio Romano.
-La expulsión de los judíos de los países cristianos de Europa, las conversiones forzadas, las cruzadas, la inquisición, etc. en nuestra penosa convivencia con el cristianismo de esas épocas.
-La aparición del nazismo y el genocidio de los judíos de Europa.
-La intención de eliminar todo vestigio de judaísmo por parte del comunismo y el estalinismo soviético.
-Las actuales ansias del fundamentalismo islámico de eliminar el sionismo, el judaísmo y el Estado de Israel de la faz de la tierra.
-El actual cuestionamiento y demonización del Estado de Israel por sectores pseudo progresistas y de la izquierda del mundo occidental.
Escribía Leo Nikolaievitch – Conde Tolstoi (León Tolstoi), en ” Mundo Judío ” en el año 1908:
¿Qué es un judío?: “El judío representa el emblema de la eternidad. Él, es a quien ni la masacre, ni la tortura durante miles de años pudo destruir; él, es quien ni el fuego, ni la espada, ni la inquisición pudo borrar de la faz de la tierra, él, quien fue el primero en presentar los oráculos de D-s, él, es quien durante tanto tiempo ha sido el guardián de la profecía, y es quien la ha transmitido al resto del mundo. Una nación semejante no puede ser destruida. El judío es eterno como lo es la Eternidad misma”
A los intentos de hacer desaparecer al judaísmo debemos neutralizarlos como lo hicieron los Macabeos, como los guerreros de Bar Kojba, como los Judíos Secretos de la Inquisición, como los Mártires del Gueto de Varsovia, como los Prisioneros de Sión de la ex Unión Soviética, como los pioneros de todos los tiempos del Estado de Israel, como nuestros gloriosos soldados israelíes que arriesgan cotidianamente sus vidas para vencer al terror palestino, como los intelectuales de hoy que batallan por esclarecer al mundo ante la mentira y la demonización del judaísmo.
En el significado de la historia del Prof. Nicolai Berdayev (Academia de Moscú de Cultura Espiritual, Londres 1935, págs. 86-87):
“…..Recuerdo cómo la interpretación materialista de la historia -cuando en mi juventud intenté verificarla aplicándola a los destinos de los pueblos- no funcionó en el caso de los judíos, donde el destino parecía absolutamente inexplicable desde el punto de vista materialista. Y, de hecho según el criterio materialista y positivista este pueblo debería haber desaparecido desde hace mucho tiempo. Su supervivencia es un fenómeno misterioso y maravilloso que demuestra que la vida de este pueblo está gobernada por una predeterminación especial, que trasciende los procesos de adaptación expuestos por la interpretación materialista de la historia”
Para los judíos del mundo que queremos ese judaísmo eterno debemos asumirnos como Judíos conscientes y orgullosos de nuestra condición, debemos vivir de acuerdo a nuestros valores y a nuestra cultura y trasmitírselos a nuestros hijos, debemos seguir aportando a la humanidad nuestro talento y creatividad, debemos expresarnos en todos los espacios que nos otorga la libertad y la democracia y debemos estar más unidos que nunca.
De Kirk Douglas (Extraído de un discurso en el Centro Simón Wiesenthal, Los Ángeles, 27 de Septiembre de 2001):
“¿Cómo sobrevivimos, perdidos en diferentes partes del mundo, dentro de culturas extrañas – constantemente perseguidos? Nuestros enemigos se levantaron y cayeron, y nosotros seguimos aquí. Los Babilonios, los Persas, Griegos, Romanos, todos están fuera de escena pero nosotros permanecemos”
“¿Cuál es el secreto de nuestra inmortalidad?”