DAIA Argentina:
Tras el editorial del periodista Alejandro Bercovich refiriéndose al discurso del presidente de la AMIA durante el acto del 18 de julio, la DAIA expresa que suscribe a cada una de las palabras de Amos Linetzky.
La asociación que realiza el periodista constituye el mismo terrorismo que mató en la Argentina dos veces, en otros países y en el Estado de Israel el pasado 7 de octubre.
El presidente de la AMIA expuso la continuidad del terror, el silencio cómplice y la asociación con Estados terroristas que manifiestan su odio al pueblo judío pretendiendo su eliminación.
Los discursos valientes y claros provocan la molestia de aquellos que siguen negándole al Estado de Israel el derecho a su defensa.
@aleberco
@InfoAMIA
Discurso del presidente de AMIA, Amos Linetzky, en el Acto Central
Nuestra tradición nos enseña a no permanecer ajenos ante el sufrimiento del otro. Dice el
Libro de Vaykrá -Levítico-, en Kedoshim לֹא תַ עֲמֹד עַל דַ ם רֵ עֶָך אֲנִי ה’
“No te quedarás quieto ante la sangre de tu prójimo. Yo soy El Eterno”
No podemos callar, ni mirar para otro lado cuando el prójimo nos necesita.
No vamos a olvidar ni a perdonar a las personas, organismos internacionales, organizaciones y movimientos sociales que dieron vuelta la cara, callaron o hasta apoyan la
barbarie terrorista.
Parece que no fueron suficientes las imágenes grabadas por los propios asesinos. Las violaciones y decapitaciones transmitidas en vivo y en directo. Los cuerpos calcinados de jóvenes y ancianos.
No fueron suficientes los armamentos encontrados en oficinas de organismos humanitarios supuestamente creados para brindar ayuda internacional, como ocurrió con la Agencia de la ONU, y la confirmada participación de varios de sus integrantes en los ataques.
No fueron suficientes los gritos desesperados de familiares para que la Cruz Roja pueda
llevar medicamentos a personas secuestradas que precisan tratamientos. Una Cruz Roja con tanta experticia histórica en la falta de compromiso… Una Cruz Roja que no visitaba los
campos de exterminio nazi, o lo hacía evitando preguntar por las cámaras de gas y
crematorios, emitiendo luego informes que no describían el horror. Siempre mirando para otro lado.
No fueron suficientes las decenas de mujeres mutiladas y vejadas frente a las cámaras, para que las agrupaciones feministas extiendan su sororidad cuando se trata de mujeres judías. Quizá la consigna de que el cuerpo de la mujer no debe ser un campo de batalla, o las tan nombradas “Te creo hermana” o “Ni una menos”, tengan una letra chica que no leímos y dice “salvo que seas judía”.
No fueron suficientes los niños asesinados o que quedaron huérfanos, para que Unicef
muestre algo de dignidad y algún mínimo grado de preocupación. ¿Dónde está UNICEF
reclamando por la devolución con vida de los hermanitos Bibas?
No es suficiente que más de 120 personas, incluyendo 7 argentinos, aún continúen
secuestradas en manos de asesinos, violadores, verdaderas inmundicias, para que las
organizaciones argentinas de defensa de los Derechos Humanos se expresen. ¿Qué están
esperando? ¿Por qué no reclaman junto a nosotros? Acaso… ¿Hay desaparecidos o
secuestrados por quienes no vale la pena reclamar?
https://amia.org.ar/2024/07/18/discurso-amos/