Varios terroristas murieron y más de 2.800 resultaron heridos, unas 200 de ellas de gravedad, por la explosión en cadena de buscapersonas que estaban en manos de miembros de Hezbollah en los poblados libaneses chiíes en el Valle de la Bekaa, desde el barrio chií de Beirut y desde todo el sur del Líbano e incluso en Damasco, Siria.
Israel puede haber intervenido en el sistema de comunicadores personales de los miembros de Hezbollah en el Líbano y Siria y hacerlos estallar haciendo sobrecalentar sus baterías y explotaron en los bolsillos de cada terrorista.
El embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, se encuentra entre los heridos. Los buscapersonas que detonaron en el Líbano fueron el último modelo introducido por Hezbollah en los últimos meses.