El milagro de la recuperación del Rabino Shneor Mizrahi: El Milagro que me pasó 2 veces “De repente me quedo sin aire”

El milagro de la recuperación del Rabino Shneor Mizrahi: El Milagro que me pasó 2 veces “De repente me quedo sin aire”

El Milagro que me pasó 2 veces

“De repente me quedo sin aire”

El Shliaj de Argentina que se recuperó del virus y una entubación, estando 7 días Dormido con respirador, causó sensación de unión y Alegría, en una emocionante “conversación con la revista “Kfar Jabad” Las bendiciones del Rebe me protegieron.

“El milagro andante habla”
El milagro de la recuperación del Rabino Shneor Mizrahi, Unos días después de haber recobrado el conocimiento y volver a la vida. cuenta los detalles de su milagrosa historia y revela: Las maravillosas bendiciones que recibió del Rebe cuando era niño lo sostuvieron en ese momento.

“De repente me quedo sin aire”

Te hablo con mucho esfuerzo. Experimenté un milagro visible y por la gracia de Di-os que estoy en mi hogar, puedo levantarme y hacer llamadas telefónicas. Pero todavía no estoy cien por ciento saludable. Se les pide a los estimados lectores que pidan por la curación completa de Shneor Zalman Ben Debora y el éxito de mi misión y la de mi esposa especialmente en el proyecto de redención y apertura de la antigua sinagoga en nuestro barrio que se construyó en el año 1906. Ahora, después de que me recuperé gracias a Hashem milagrosamente, vuelvo a abocarme en este proyecto con la ayuda de Hashem. La sinagoga de la cual hablamos estuvo en manos de desconocidos alrededor de veinte años. Luego del suceso de la recuperación de la sinagoga perteneciente a los provenientes de la ciudad de Zinkov en Ucrania, la cual fue construída en el año 1931, me propuse como siguiente meta la recuperación de la segunda sinagoga. Cuando comencé a trabajar en el proyecto, se comprobó que los participantes de la comisión del lugar ya no están con vida y todos los documentos legales se perdieron en la explosión que hubo en el edificio de Amia durante un ataque terrorista aquí en Argentina. Quienes se adueñaron del lugar eran neonazis, que incluso pintaron en la paredes insignias nazis y también profanaron el lugar de todas las formas posibles, Di-os no lo permita, sabían que carecíamos de documentación y esperaban poder desentenderse de devolver el hurto. Por otro lado, el hecho que el edificio haya pertenecido a la comunidad judía y sirvió muchos años como sinagoga, era de conocimiento público. Y así con mucho esfuerzo, con presión pública y diplomática, incluso tratando con el municipio aprovechando el momento previo a las elecciones, finalmente el lugar se recuperó y pasó a nuestras manos.

Al consultar con amigos y shlujim, en especial con el Shliaj principal de Argentina el Rab Tzvi Grunblatt, decidimos que el lugar no será una sinagoga común, función que cumple con mucho éxito la anterior sinagoga recuperada, sino hacer un centro especial de visitantes con muestras acerca de la historia del judaísmo en Argentina, un museo judío que comprenda muestras originales acerca de la vida judía y un centro de actividades para la gran cantidad de turistas que vienen a Buenos Aires. Convocamos a arquitectos expertos de primer nivel y comenzamos a trabajar. Lamentablemente, vecinos del lugar disconformes con lo que estábamos haciendo comenzaron a presentar quejas por ruidos molestos y diferentes excusas. La situación llegó a tal punto que ya hace varios meses, las tareas de reconstrucción cesaron, hecho que por supuesto me generó mucha angustia No puedo decir si el estrés y la angustia mental y por lo que experimenté en torno al tema tuvo un efecto directo en mi salud y sistema inmunológico, pero lo cierto es que aunque soy una persona sana, gracias a Di-os. Fue en Shabat Bereshit en que contraje el virus corona, que nadie sepa de eso. Al principio no me lo tomé demasiado en serio. Principalmente porque al comienzo del brote del virus ya lo había contraído y lo había pasado fácilmente, gracias a Di-os.

Esta vez también hubo una ola de brotes y muchos se infectaron, y casi todos lo pasaron sin complicaciones y se recuperaron. Yo también esperaba recuperarme rápidamente y ya había comenzado a contar los días previos a un viaje al Rebe para la Convención Mundial de Shlujim, pero día a día la situación empeoraba. La situación se deterioró hasta el punto de que tuve dificultades para hablar. Quería leer el Shemá Israel y veo que no tengo suficiente aire para hablar. Después de uno o dos días más, me debilité tanto que ya no podía mantenerme de pie. Todos los días me visitaba un médico, y no se si porque realmente lo pensaba o porque pensaba que tenía que hacerlo por algún motivo político, se abstuvo de ordenar la hospitalización. Todos los días seguía diciendo simplemente ‘todo estará bien’. En un momento mis familiares decidieron que tenían que proveerme respiración asistida y al principio eso me ayudó, pero luego la enfermedad empeoró. Un día, mientras el médico estaba en mí casa durante su visita diaria, mí esposa vio que mí situación se agravaba, le pidió a mí hijo que se comunicara con mis padres. Mí padre y maestro, el Rab y Jasid R’ Shaul Mizrahi que tenga larga vida, llegó en diez minutos.
Entretanto el médico estaba por salir de la casa, pero cuando vio llegar a mí padre en pánico, volvió a entrar. Cómo es sabido los médicos no gustan de cambiar de idea, pero en este caso, las palabras de mí esposa y las de mí padre, dieron a entender que era imposible no pasar a un tratamiento intensivo, y el médico abandonó la idea de “todo estará bien” y ordenó la internación inmediata. El milagro de la recuperación Sin ahondar en detalles y descripciones de qué y cómo me sentía. Continuaré con la siguiente etapa. Han pasado menos de 24 horas desde la hospitalización y el personal de la sala decidió que debo estar sedado y con respirador.

Mientras estaba lúcido pensaba que en esta situación, tengo que tomar una decisión significativa y hacer algo importante para continuar con la renovación de la antigua sinagoga. Un proyecto importante que como dije antes ya había comenzado y en este momento quedó estancado. ¿Qué podía hacer desde mi lecho de enfermo en el sanatorio? Me dirigí a mi querido hermano, el rabino jasid Avraham Jaim Mizrahi, que viva muchos años, le di un dólar del Rebe que tenía en mi poder y le pedí que acepte ayudar a adelantar en el proyecto tan grande y valioso. En ese mismo instante, mi hermano que es un empresario, se comprometió a donar una importante suma mensual para continuar con los trabajos de remodelación. La cálida reacción de mi hermano realmente me alentó mucho y esto es en la práctica, lo último que recuerdo antes de que me sedaron y me pusieran el respirador. Aquí es donde yo señalaría que necesitaba mucho estímulo y euforia. Más allá del hecho de que soy una persona joven, hijo, marido y padre de niños pequeños que de repente se encuentra muy enfermo, Di-os no lo permita, los médicos no me ocultaban el hecho de que no me dan muchas esperanzas. Me hablaron con palabras muy claras que me daban mucho miedo, así es que como dije realmente necesitaba mucho aliento y fortaleza. Siete días y siete noches estuve sedado y con el respirador, todo el tiempo en terapia intensiva. Mi querido padre con mucho esfuerzo logró recibir un permiso especial para quedarse a mi lado todo el tiempo, hasta que el día lunes 19 de Jeshvan desperté por milagro. Incluso después de haberme despertado, estaba muy débil y necesité ayuda respiratoria, volví a estar consciente y poco a poco mi situación fue mejorando. Esto fue la víspera de Jaf Jeshvan, fecha del día de cumpleaños del Rebe Rashab. Mi padre aportó para que se haga en la Ieshivá Guedolá de Jabad en la ciudad un gran farbreguen. El Mashpía, el Rab Osher Farkash y los jóvenes Tmimim hicieron “Lejaim” con alegría y agradecimiento a Hashem por el milagro que me ocurrió.

Pude unirme al farbrenguen por transmisión directa y durante veinte minutos, escuché las palabras de aliento y fortaleza del Rab Farkash acerca de la importancia de la alegría en el servicio a Hashem bajo la luz del jasidut y charlas del Rebe, y esto me dio muchas fuerzas. Al día siguiente, día martes, me pasaron de terapia intensiva a una habitación común, para mi recuperación. El día viernes 23 de Jeshvan, me dieron el alta del sanatorio y volví a mi casa. Ni bien pude publiqué una nota para toda la familia, conocidos y todos los miembros de la comunidad, donde conté acerca del milagro que me aconteció, enfatizando que esto ocurrió por misericordia de Hashem y por la fuerza de las bendiciones que recibí del Rebe que había recibido siendo pequeño, y las bendiciones que seguramente el Rebe me bendijo también ahora. La columna recibió cientos de comentarios y fervientes bendiciones. Luego de Shabat escribí una nueva columna, y en ella relaté también la experiencia de mi participación en la convención mundial de Shlujim de forma remota, y también esta columna recibió cientos de comentarios cálidos. Gracias a Di-os, mi milagro de salud provocó aquí un gran kidush Hashem y llegó incluso a los medios de comunicación, y todos enfatizaron el tema de la fe y la providencia Divina. Rescate en el ascensor Ustedes seguramente se preguntarán cuáles fueron las maravillosas bendiciones que recibí del Rebe cuando era un niño. En efecto, se trata de dos historias. La primera historia tuvo lugar en el año 1989. Cuando era un bebé. Mi madre se acercó al Rebe en una de las oportunidades que el Rebe repartía dólares.

Esto fue durante el primer año del fallecimiento de su esposa en el año 1988. Mi madre le pidió al Rebe una bendición para que yo crezca para ser un jasid, temeroso de Di-os y un estudioso de la Torá. Y el Rebe dijo: “Amén, que haya buenas noticias”. Después de despertar milagrosamente, mi madre, que viva muchos años, me dijo que aunque por supuesto mi situación era muy grave, en su corazón, ella tenía plena confianza en que todo estaría bien y ella seguía pensando todo el tiempo en la bendición que el Rebe me había bendecido en el año 1989. La segunda historia fue en Purim Katan del año 1991, cuando tenía tres años. Me quedé atascado en un ascensor en el edificio donde vivíamos entonces. El ascensor estaba hecho de vidrio transparente. Y sin embargo, en un primer momento, no se dieron cuenta de que entré y que el ascensor se estaba moviendo.

Después de un momento, mi padre se dio cuenta de lo que había sucedido y comenzó a pedir ayuda a gritos. El encargado que estaba arriba escuchó los gritos e inmediatamente bajó y de alguna manera detuvo el ascensor y me sacó de allí. Después de un tiempo me contaron que estuve a salvo debido a la acción rápida del encargado y si hubieran llamado a los bomberos y esperado a que me sacaran del ascensor. La ayuda no hubiera llegado a tiempo, Di-os no lo permita. Con la ayuda del Shliaj el Rab Tzvi Grunblatt, encontramos enseguida a un jasid de Jabad de Argentina, el Rab Kapelushnik, que estaba en entonces en lo del Rebe, y corrió a lo del Rebe durante la distribución del dólares, y pidió una bendición que lo ocurrido no me cause daño. Tal como se puede ver en el video, Él pide la bendición del Rebe para un niño de tres años de edad, que tuvo un accidente, y el Rebe responde: Que hayan buenas noticias y en el futuro su accidente sea solo los interrogantes del Talmud y sus agregados… Con bendiciones tan maravillosas como estas, vivo siempre con la sensación que el Rebe me protege, además tengo el mérito de ser un shliaj y ocuparme en asuntos de difusión del judaísmo y jasidismo en la misión del Rebe, ya que él bendijo a los shlujim con infinitas bendiciones, Y aquí se expresó con una recuperación milagrosa de una situación de peligro de vida, Literalmente hablando, a mi estado actual que, Bendito sea Dios, converso contigo y difundo el milagro para agradecer a Di-os en público, como está escrito en los Salmos: “Agradeceré a Hashem con todo el corazón, en el consejo de los rectos y en la congregación”.

Mientras tanto, he visto cómo la noticia de mi recuperación milagrosa aquí en Buenos Aires ha logrado la santificación del nombre de Hashem y provocó gran unión. Cuando recibí saludos y felicitaciones y palabras de refuerzo de aquellos que normalmente no tienen lazos con nosotros o incluso no simpatizan con nuestras ideas. Y quiero aprovechar la oportunidad para agradecer todas las bendiciones y todos los deseos y rezo para que Di-os me dé la fuerza para continuar el trabajo sagrado en la misión del Rebe y principalmente en la renovación y construcción del gran centro de visitantes que, con la ayuda de Di-os será un centro de difusión del judaísmo en la ciudad entre la multitud de turistas. La respuesta temblorosa

La emocionante historia del rabino Shneor Mizrahi, quien al comienzo de la semana, su habla todavía no era fácil para él, para completar desde el punto de vista de su padre, el rabino Shaul Mizrahi de los veteranos e importantes jasidim de Jabad En Buenos Aires: Estamos hablando luego de que durante siete días y siete noches consecutivas estuve al lado de la cama de mi hijo Shneor, en la unidad de terapia intensiva cuando estaba sedado e intubado. El hecho de que pude estar cerca de él requiere un permiso inusual. No se permiten en absoluto acompañantes en esas unidades y seguro que no permiten quedarse al lado del paciente de forma prolongada, debíamos tener mucho poder de persuasión para que los médicos accedan a nuestra propuesta, que a pesar que el paciente está sedado e intubado, él capta cuando se le habla, siente cuando se lo abraza y tiene algún tipo de comunicación con su alrededor, y según nuestra fe cuando se le hacen escuchar palabras de Torá, párrafos de la plegaria y melodías jasídicas, esto tiene una gran influencia y un aporte definitivo para su recuperación. Incluso le dije a los médicos que si ellos no aceptan esta postura, enseguida nos trasladamos a otro lugar “Y la ambulancia ya está preparada”…

A decir verdad: Gracias a Di-os estoy en la séptima década de mi vida y una noche mal dormida me puede provocar levantarme por la mañana con dolores de columna, y en esta ocasión casi no dormí siete noches y cuando podía descansar un poco lo hacía en el piso, pero Di-os me dio fuerzas y lo pude superar de la mejor forma. Tal como Shneor contó, él ya está acostumbrado a los milagros desde pequeño, y con bendiciones muy especiales del Rebe, todo el tiempo tuvo la seguridad plena que con la ayuda de Di-os, él se repondrá y volverá a sanar, y volverá a estar con su familia y a su misión.

Con todo esto, debo reconocer que esa convicción no fue nada fácil ya que los médicos eran muy pesimistas. También nos animó mucho el hecho de que en medio de la enfermedad, mi esposa escribió una carta al Rebe, en la que pidió y rogó que Shneor se cure y todos podamos alegrarnos en la boda de nuestra hija que fue el jueves pasado, víspera de Rosh Jodesh Kislev. La carta la mandamos al Ohel del Rebe, como es la costumbre. No me conformé con esto y llamé al hombre encargado del Ohel, el Rab Aba Refsan, y le pedí que no sólo dejen la carta en la sagrada tumba del Rebe si no que también lean la carta allí. Él me prometió que así lo harían.

Después se puso la carta en uno de los tomos de Igrot Kodesh y nos emocionamos al ver que la carta estaba en la carta número 7903 de Igrot Kodesh. Al principio el Rebe escribe que como la carta fue leída en la tumba, el Rebe Raiatz va a despertar misericordia y lo que un justo decreta Hashem lo cumple, y el Rebe continúa, “Y en especial puesto que escribió tuvo el mérito de recibir bendición de mi suegro el Admur… y al final de la carta el Rebe escribe, “Y como usted se ocupa de temas relacionados a construcción…que sea la voluntad que también sus construcciones atraigan alegría a su casa material y espiritualmente”.

Luego de profundizar en esta carta, me dije a mí mismo, “Shaul, ¿de qué sirve todo lo que has aprendido en Tomjei Tmimim, toda la fe y la confianza y toda la idea de “Piensa bien y estará bien” si no es para este momento?” Y yo estaba realmente lleno de una nueva carga de fe y seguridad. También me dio la fuerza para mantenerme físicamente con toda la tensión y todas las noches sin dormir, y también para inspirar a todos los miembros de la familia para que no decayeran anímicamente. Y finalmente. Te diré una cosa más maravillosa, también mostrando cómo trabaja un jasid y un shliaj: Un día que el estado de Shneor era realmente malo, no sobre nosotros, poco antes de que lo sedaran y lo intubaran, él descubrió que uno de los doctores era judío. Shneor inmediatamente me pidió que anotara su número de teléfono para sugerirle que se ponga los tefilín. El número fue anotado, pero dentro de la presión y tensión que tuvimos esa semana, no llamé a ese médico por ese tema. y ¿qué fue lo primero que Shneor dijo después de despertarse?

Ustedes adivinaron: Preguntó si ese médico judío se puso los tefilín. Nos apresuramos para llamarlo. !Él contestó y resultó ser la primera vez en su vida que se ponía los tefilin! Con la misericordia de Hashem, el pedido que mi esposa le pidió en la carta al Rebe respecto a la alegría de Rosh Jodesh Kislev se cumplió, y nuestra alegría esa noche fue triple, por la alegría de Rosh Jodesh Kislev, el día en el que el Rebe se curó en el año 1978, el día del casamiento de nuestra hija en buena hora y la alegría de la recuperación de nuestro hijo Shneor con la misericordia de Hashem y con las maravillosas bendiciones del Rebe.

 

Servicio judío de opinión e investigación periodística
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