EL PAPA FRANCISCO, BIDEN, MILEI, LACALLE POU Y PEÑA CONDENAN EL TERRORISMO EN EL ACTO POR EL 30º ANIVERSARIO DEL ATENTADO A LA AMIA

EL PAPA FRANCISCO, BIDEN, MILEI, LACALLE POU Y PEÑA CONDENAN EL TERRORISMO EN EL ACTO POR EL 30º ANIVERSARIO DEL ATENTADO A LA AMIA

En una sala colmada por 700 altos funcionarios de gobierno y lideres de comunidades judías de todo el mundo, los presidentes de Argentina, Uruguay y Paraguay se hicieron presentes para condenar el terrorismo y rendir homenaje a las víctimas del mayor atentado en la historia argentina.
 
“No hace falta conocer el bien, hace falta hacer el bien. Cuando se le da la espalda al bien, ya sea por omisión o por conveniencia, se está eligiendo hacer el mal”, expresó el presidente Javier Milei en su condena al accionar de agrupaciones terroristas como Hezbollah y Hamas, que operan siguiendo los designios de Irán.

También los máximos mandatarios de Uruguay y Paraguay, Luis Alberto Lacalle Pou y Santiago Peña respectivamente, reflexionaron sobre los 30 años que han pasado desde el atentado y la importancia de continuar trabajando en conjunto para prevenir otros ataques de este tipo.

Los líderes latinoamericanos no fueron los únicos en hacer llegar su mensaje en esta histórica e importante ocasión. La firme condena al terrorismo y el apoyo a todo el pueblo argentino en este triste aniversario por parte del presidente norteamericano Joe Biden y el Papa Francisco se hicieron presentes en el encuentro a través de misivas especialmente enviadas para la ocasión.
 
“La memoria puede ser nuestra guía. Nos enseña que recordar no es solo mirar hacia atrás, sino también proyectarnos en esperanza hacia un futuro donde actos tan repudiables de violencia no se repitan. La memoria nos impulsa a tener presentes a los 85 hermanos de aquel 18 de julio de 1994”, expresó el Sumo Pontífice en su sentida carta.
 
“El respeto a toda vida humana ya la dignidad que conlleva debe prevalecer sobre el odio y la división. Esta es la base sobre la cual edificamos el bien común, no sólo para honrar a los que hemos perdido, sino para proteger a las generaciones futuras”, concluyó Francisco.
 
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos Joe Biden también resaltó la necesidad de hacer frente al terror y al antisemitismo que se ha cobrado tantas vidas a lo largo de la historia. 
 
Claudio Epelman, director ejecutivo del Congreso Judío Latinoamericano, destacó el impacto de estos mensajes: “debemos tomar dimensión del inmensurable valor de las palabras de figuras internacionales como el Papa Francisco, que dan un gran apoyo a las personas de bien que suman su voz para encontrar justicia y honrar a las víctimas del ataque terrorista”.
 
El plenario incluyó un encendido de velas en memoria de las 85 víctimas del atentado y los ataques en Israel del pasado 7 de octubre, además del movilizante testimonio de Daniel Pomerantz, sobreviviente de la AMIA.

También contó con discursos del Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri; del Presidente del Consejo de Política del Congreso Judío Mundial, Robert Goot y del Presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos, Ben Cardín.  

CARTA COMPLETA DEL PAPA FRANCISCO
Ciudad del Vaticano, 18 de julio de 2024

Al conmemorar el 30º aniversario del atentado a la AMIA, lo hacemos en un espÍritu de recuerdo y reflexión. La memoria de aquellos que murieron en esa tragedia oscura sigue viva en nuestras oraciones yen nuestro compromiso continua con la justicia.

Para rendir homenaje, ante la tragedia elegimos el silencio. La dimensión del silencio, poderosa y reveladora, se presenta ante nosotros no como un vacío, sino como una presencia palpable de aquellos que ya no están. En el silencio escuchamos el eco de las vidas truncadas y sentimos el peso de la ausencia. Pero en el también encontramos la fuerza para enfrentar la realidad del mal y la resiliencia para seguir adelante. A veces el silencio puede expresar un dolor indecible ante la desgracia y, en este día, nos unimos en un silencio que es tanto duelo como esperanza.

La memoria puede ser nuestra guía. Nos ensena que recordar no es solo mirar hacia atrás, sino también proyectarnos en esperanza hacia un futuro donde actos tan repudiables de violencia no se repitan. La memoria nos impulsa a tener presentes a los 85 hermanos de aquel 18 de julio de 1994.

Hoy, juntas, reafirmamos que no bajamos los brazos ante la búsqueda de justicia. Una justicia que no busca venganza, revanchismo, sino verdad y reparación. Una justicia que es esencial no solo para las familias afectadas, sino para la cohesión del tejido social de la nación. El respeto a toda vida humana ya la dignidad que conlleva debe prevalecer sobre el odio y la división. Esta es la base sobre la cual edificamos el bien común, no solo para honrar a los que hemos perdido, sino para proteger a las generaciones futuras.


Invito a todas las personas de fe a todas las personas de buena voluntad a unirse en oración y acción, a trabajar incansablemente por un mundo mas fraterno, donde la justicia y la paz se abracen, ya que sin justicia no habrá paz duradera ni efectiva.

Que el Dios de la paz nos bendiga con la esperanza y la audacia para llevar a cabo esta misión. Que el consuelo divino alcance a todas las familias que aun lloran a sus seres queridos y les otorgue fortaleza a todos los sobrevivientes que llevan heridas en sus cuerpos y en sus almas.

Rezo por Ustedes.
 
Fraternalmente,

Francisco.

 


Dr. Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
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