El suceso Zbar y nuestra responsabilidad comunitaria

El suceso Zbar y nuestra responsabilidad comunitaria

Debo confesar que este fin de semana me he sentido completamente inmerso en un profundo estado de sorpresa, estupor e indignación hacia el presidente de la AMIA Agustín Zbar con pedido de licencia por tiempo indefinido por sus insólitas declaraciones: “Es negativa para la comunidad judía, no corresponde a la comunidad judía litigar como querellante particularmente damnificado por la firma del memorándum” y “No puede ser que la comunidad judía encabece el litigio. Eso corresponde a las autoridades de Argentina”, solicitando así a la DAIA que desista de la causa contra Cristina Kirchner por el encubrimiento de Irán.

La realidad y la historia reciente del liderazgo judío en la Argentina nos anuncia a gritos que este no es un hecho aislado, al contrario los indicios cada vez más estridentes nos muestran penosas historias que irremediablemente nos obligan a pensar en grietas, abandonos, heridas, desencuentros, conflictos, desamparos, traiciones, defecciones de los ideales más puros, negociados espurios y finalmente en profundos odios.

Un líder es alguien capaz a convocar a los demás, a recorrer con pasión y entusiasmo un ambicioso y necesario itinerario hacia una enorme utopía, hacia un gran sueño. Los mejores líderes son aquellos visionarios, capaces de comprender las situaciones futuras para su pueblo antes de que estas se presenten, son innovadores natos y trabajan con ahínco y convencimiento para los cambios necesarios.

En todos los tiempos existieron en nuestro pueblo líderes revolucionarios que ejercieron sus liderazgos y con sus hechos y palabras trajeron alivio y esperanza al pueblo de Israel para lograr salir airosos y fortalecidos de complejas situaciones en la que se encontraban inmersos.

Hoy somos una generación dramáticamente necesitada de auténticos líderes honestos, incorruptibles y profundamente entregados de cuerpo y alma al gran sueño colectivo.

Hoy la Comunidad Judía Argentina debe hacerse cargo de su gran responsabilidad individual y colectiva que nos compete en esta realidad en la que estamos inmersos:

“Cada pueblo tiene a los gobernantes que se merece” es una frase atribuida al Inglés Winston Churchill y también al italiano Joseph de Maistre quien decía “que cada pueblo o nación tiene el gobierno que merece” aunque el francés Andrè Malraux agregaba “que no es que los pueblos tengan los gobiernos que se merecen, sino que la gente tiene los gobernantes que se le parecen”

Nuestra verdadera misión es la de fusionar esos fragmentos rotos que están produciendose, a través de una unidad que sea completamente inclusiva.

“Justicia, justicia perseguirás para que puedas vivir y heredar la tierra” 
Deuteronomio 16.20

Parafraseando a Hillel
Si no soy yo ¿quién?, si no es ahora ¿cuándo?
si es solo para mí, ¿de qué sirve?

Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
www.identidades.com.ar

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