De la judeofobia a la sionofobia
Del Shylock de Shakespeare al Rambo israelí
El Profesor Yehuda Pearl, padre del periodista Daniel Pearl (secuestrado, torturado y asesinado en Pakistán por terroristas islámicos en el 2002), se ha dedicado a la difusión y utilización de un novedoso término, una herramienta lingüística tan necesaria en estos tiempos del pensamiento globalizado: La “Zionophobia”, castellanizado como Sionofobia.
Los especialistas expresan que una fobia es la personificación del pánico o miedo que manifestamos cuando tenemos un sentimiento de odio o rechazo hacia algo o alguien. Ejemplos de fobias abundan. La Xenofobia: temor y odio a los extranjeros o extraños. La Islamofobia: temor y odio a las culturas islámicas o musulmanas. La Judeofobia: temor y odio hacia lo judíos. Y tantas otras, imposibles de enumerar.
Los Psicólogos y Psiquiatras han llegado a la conclusión que uno de los elementos básicos de la fobia es el prejuicio, la tendencia a juzgar de antemano, a “pre-juzgar”, a emitir juicio sobre un tema u objeto antes de analizar las evidencias o las experiencias previas.
La Sionofobia es el miedo extremo e irracional a la existencia del Estado de Israel, que en lo superficial se manifiesta como rechazo y odio acentuado a la presencia de una nación judía en la tierra de Israel.
Podríamos pensar que es lo mismo que hablar de anti sionismo o de la negación al pueblo judío a tener su propia patria pero su verdadero significado es mucho más profundo e irracional de lo que aparenta.
Los Sionofobos más conocidos en la actualidad son ciertos personajes muy definidos como Yasser Arafat, Mahmud Ahmadineyad, Hasan Nasralah, Ismail Haniyeh. Otros encubiertos tras una careta progresista como José Saramago, Mikis Theodorakis, Eduardo Galeano, etc. pero también entre los peores Sionofobos se encuentran judíos muy cultos y prestigiosos como: Noam Chomsky, Norman Finkelstein, Ilan Pappé, Philip Weiss, los Naturei Karta y tantos otros que proclaman orgullosos al mundo sus irrefrenables deseos conscientes e inconscientes de la desaparición definitiva del Israel como estado judío y democrático.
¿Que es la Sionofobia?
Es la actitud prejuiciosa de jefes de estado, clérigos, diplomáticos, periodistas y formadores de opinión de juzgar al Estado de Israel y a sus fuerzas de defensa, con parámetros inquisitorios y descalificativos que no utilizan con otras naciones y ejércitos del mundo en similares circunstancias.
Es la fijación obsesiva de jefes de estado, clérigos, diplomáticos, periodistas y formadores de opinión de centrarse en el conflicto árabe israelí y en las acciones de Israel como si fuera el único, el más sangriento y el más violador de los derechos humanos, ignorando o minimizando los más de 500.000 muertos en siete años de guerra en Siria, el genocidio ruso en Chechenia que ha exterminado alrededor de 100.000 seres humanos o el genocidio en Darfur en el que 750.000 sudaneses han muerto por el hambre y la masacre.
Es la motivación irracional de prestigiosos académicos, profesores universitarios, grupos de derechos humanos para demostrar los supuestos propósitos racistas, genocidas e imperialistas del ideario sionista de seguir construyendo el hogar judío en la tierra de sus ancestros.
Es la expresión encubierta de la judeofobia de todos los tiempos, de los nazifacistas tradicionales, del actual islamofacismo fundamentalista, de los pseudo progresistas de la izquierda antisionista y del fenómeno del auto odio patológico de numerosos intelectuales judíos.
Es la necesidad justificadora de los negadores de la Shoah, de los banalizadores del genocidio nazi de acusar al movimiento sionista de haber utilizado el evidente exterminio de millones de personas como un excelente pretexto para despojar de sus tierras a los supuestos auto refugiados palestinos y a las naciones árabes.
Es la manifestación solapada del racismo globalizado. Así como el racismo blanco niega a los hombres de color sus derechos básicos. Así como el Islam fundamentalista niega a las demás creencias su razón de ser. Así como el nazismo niega el derecho a la vida a los judíos, gitanos, discapacitados y homosexuales. Los sionófobos le niegan al pueblo de Israel el derecho inalienable a crecer y realizarse en su tierra ancestral. La sionofobia es racismo porque es una simple y burda expresión de anti humanismo.
El antisemitismo se transmite hoy instantáneamente a todo el mundo, vía Internet y televisión, con el mito de historias terribles de palestinos que sufren de la opresión y del genocidio israelí y todo disimulado con el nombre de anti sionismo.
Hoy la visión antisemita se centra en la leyenda del Rambo israelí que ha reemplazado al Shylock de Shakespeare, el estereotipo del judío avaro y maligno del antisemitismo tradicional se ha convertido ahora en el hebreo que somete, oprime y mata con su poder político, económico y militar a esos “sufridos palestinos” con su pretendida ambición de dominar al mundo.
Lo que ocurre es que el antisemitismo no se ha ido, siempre ha estado adaptándose a los nuevos tiempos, como actualmente se expresa desde el Movimiento Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) y del anti sionismo obsesivo y progresista de Roger Waters, tras un tiempo de aparente calma a causa del Holocausto, evolucionando y volviendo para quedarse en los nuevos tiempos, los tiempos de la globalización del antisemitismo: los tiempos de la sionofobia.