
Hallazgo de propaganda nazi: La AMIA será testigo de la investigación que realizará el Museo del Holocausto
Enorme repercusión mundial logró el descubrimiento que, de manera fortuita, se produjo recientemente, en los archivos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, cuando funcionarios judiciales detectaron una serie de cajas con contenido vinculado al nazismo, que ingresó al país en 1941.
Tras el hallazgo del material, el Museo del Holocausto fue convocado específicamente para colaborar en la investigación del mismo, mientras que la AMIA será testigo de las tareas de revisión y el análisis que se llevarán adelante.
“Con gran compromiso, asumimos este rol de testigos y reafirmamos nuestra responsabilidad institucional de colaborar activamente en todos los procesos que contribuyan al esclarecimiento histórico y a la construcción de la memoria colectiva”, destacó el presidente de AMIA, Amos Linetzky. “El hallazgo de este material reviste una importancia documental significativa, y su adecuada clasificación, preservación y análisis permitirá profundizar el conocimiento sobre el accionar del nazismo en la región y sus redes de influencia”, agregó.
Encabezada por el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, el viernes pasado se realizó la presentación del material hallado. El acto contó con la presencia del rabino de AMIA, Eliahu Hamra; el director ejecutivo del Museo del Holocausto de Buenos Aires, Jonathan Karszenbaum; y la investigadora del mismo museo, Marcia Ras. También participaron el titular del Centro de Asistencia Judicial Federal, Pablo Lamounan; la directora de Bibliotecas de la Corte Suprema, Jessica Susco; el director de la Oficina de Servicios Auxiliares, Marcelo Valente; y la licenciada en conservación y restauración de bienes culturales, María de la Paz Podestá.
“Nos sorprendió profundamente cuando la Corte Suprema se comunicó con nosotros para informarnos sobre el hallazgo. Rápidamente comprendimos que estábamos ante un secreto que había permanecido oculto por más de 80 años, y cuya revelación tendría un fuerte impacto por su relevancia histórica y por la valiosa información que podría surgir a partir de la investigación que se llevará adelante”, expresó el rabino de AMIA, Eliahu Hamra.
El hallazgo se produjo de manera fortuita durante el proceso de mudanza preparatorio para las obras del futuro Museo de la Corte Suprema. Según se pudo reconstruir, la historia de esas cajas se remonta al 20 de junio de 1941, con la llegada de 83 bultos enviados por la embajada alemana en Tokio a bordo del vapor japonés “Nan-a-Maru”. La mudanza de los archivos para la futura instalación del museo de la Corte Suprema llevó a funcionarios a toparse con estas cajas que estaban arrumbadas en el subsuelo del edificio. El director de la Oficina de Servicios Auxiliares, Marcelo Valente, dio aviso al responsable del Centro de Asistencia Judicial Federal, Pablo Lamounan, quien ordenó la inmediata preservación de los objetos e informó de la situación al presidente del máximo tribunal.
Por disposición del presidente de la Corte Rosatti, el material fue trasladado a una sala especialmente acondicionada en el cuarto piso de los tribunales, con medidas de seguridad reforzadas.