La “prensa judía” y los siete pecados periodísticos

La “prensa judía” y los siete pecados periodísticos

Esta es una opinión editorial de “Identidades”.
Periodismo judío de opinión e investigación

En el mundo actual vivenciamos un extraordinario auge y proliferación de medios judíos de comunicación o “prensa judía” en los que orgullosamente mostramos todo lo que nos acontece como pueblo judío y nuestra interrelación con los demás seres humanos.

Pero para cumplir nuestro verdadero objetivo debemos estar a la altura de las circunstancias y no cometer los históricos vicios que aquejan a los medios periodísticos desde los orígenes de las civilizaciones.

 

La idealización: Es necesario que no caigamos en la idealización para evitar la sacralización de personas, hechos o situaciones como modelos de perfección que irremediablemente se alejen de la descarnada realidad. Idealizar es exagerar nuestras virtudes o atributos, quitándoles valor a otros para otorgarnos a nosotros mismos como propietarios exclusivos de la perfección. Ejemplo: “Somos el  pueblo más perfecto y maravilloso que existe”

 

La demonización o satanización: Debemos  permanecer completamente alejados del principal atributo del fundamentalismo que es la demonización o satanización que pretende representar a los demás entes políticos, étnicos, culturales y religiosas como repudiables enemigos de la humanidad. Ejemplo: Martín Lutero llamó a los judíos el Anticristo: “es más difícil convertirlos a ellos que al mismo Satán”

 

El subjetivismo u opiniones subjetivas: No debemos procesar los hechos o situaciones que se basen exclusivamente en base a juicios de valores internos, sentimientos personales y emociones que colisionan con la realidad del mundo exterior. Ejemplo: “Siento que todos los musulmanes son terroristas”

 

El victimismo o victimización: Debemos evitar absolutamente la tendencia de considerarnos o hacernos pasar por una víctima y culpar a otros de los males que uno padece o adoptando una postura de víctima para resguardarnos en la compasión ajena. Ejemplo: “El mundo esta contra nosotros”

 

El chupamedias y la adulación: Los periodistas judíos no debemos desdibujarnos por alabar de forma exagerada e interesada a alguien para obtener sus favores o ganar su voluntad. Ejemplo: “Tengo que escribir bien de ellos, son muy influyentes”

 

La disociación entre el bien y el mal absoluto: La “Prensa judía” no debe deslegitimizarse permitiéndose la disociación como un mecanismo de defensa escindiendo la realidad entre la falsa retórica absolutista del bien y del mal. Ejemplo: “En el campo está mezclado el grano bueno y el grano malo y en este mundo los hombres están divididos entre buenos y malos”

 

El auto odio: El periodismo judío además de poseer todos estos atributos del periodismo universal requiere otro requerimiento fundamental e imprescindible: “Ser orgullosamente judío”. Ejemplo: Del poeta judeo alemán, hijo de padres judíos, Heinrich Heine: “el judaísmo no es una religión sino una desgracia”

 

Defino los siete pecados periodísticos a los que hice mención como un intento de aludir a los vicios en que podemos caer (conciente o inconcientemente) aquellos que pretendemos hacer periodismo en general y periodismo judío en particular.

Esta es una opinión editorial de “Identidades”.
Periodismo judío de opinión e investigación

 

 


Dr. Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
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