Pesaj y la eterna lucha por la Libertad
Pesaj siempre está presente en mi conciencia y en mis sentimientos, Pesaj me trae una dulce sensación de Libertad y de Primavera pero también la realidad me muestra que esta hermosa epopeya de la liberación de nuestro pueblo de Egipto no fue eterna, aun continúa la lucha por la Libertad y por la Primavera.
Salida de Egipto y comienzo del Éxodo, 15 de Nisán del 2448 o año 1313 antes de la Era Común
El pueblo Hebreo estaba en un gran dilema pues aguardaban con gran temor a orillas del mar, sin saber que hacer. Si entraban al mar podían ahogarse, si luchaban contra el ejército del Faraón podrían perecer en el combate y si volvían a Egipto deberían continuar en la esclavitud.
De pronto y con gran determinación, irrumpió Najshón, hijo de Aminadav, de la tribu de Iehuda e introdujo un pie en el mar pero este no se abrió, se sumergió hasta su cintura y luego hasta su pecho y el mar lo seguía cubriendo, cuando las aguas alcanzaron su nariz y ya no podía respirar… el mar se abrió y el pueblo con gran regocijo comenzó a cruzar por el sólido y seco lecho rumbo hacia la Libertad.
Minsk, hoy capital de Bielorrusia. Pesaj de 189….
La vida de Jacob Maisuls transcurría dramáticamente en su Minsk natal, ciudad que amaba desde siempre pero los últimos acontecimientos lo inquietaban gravemente, desde el asesinato del Zar Alejandro II en la ciudad de San Petersburgo venían ocurriendo violentos pogroms en todos los dominios del Imperio Ruso y ahora habían aparecido estos desgraciados sucesos en su propia ciudad, en su propio vecindario, muy cerca de su hogar.
Una pesada gota rebalsó su copa. Una fría tarde de abril irrumpió su hijo mayor con el rostro demudado, anunciándole que terminaba de recibir el llamado para alistarse en el ejército del Zar, en cumplimiento de sus diez años del servicio militar obligatorio.
Con voz grave y quebrada explicaba a su padre que no debiéndole ninguna lealtad a este emperador que promovía activamente la persecución, el aislamiento y la pobreza de su comunidad, tomaba la forzada decisión de dirigirse al puerto de Odessa y subir al primer barco que zarpara hacia América.
En una corta fracción de segundo, Jacob comprendió que su hijo era el mensajero, que ya era el momento crucial de buscar la Paz y la Tranquilidad en otros horizontes, en lejanas y promisorias tierras de Paz y de Libertad, en Argentina.
Bunker de la calle Mila 18, Varsovia.
Víspera de Pésaj, lunes 19 de abril de 1943
Era víspera de Pésaj, un lunes 19 de abril de 1943 y Mordejai Anilevich lanza desde su bunker de la calle Mila 18, el levantamiento del Gueto de Varsovia para detener a las tropas nazis que comenzaban la segunda deportación masiva de judíos hacia los campos de la muerte, con poco más de doscientos combatientes judíos muy pobremente armados pero con la firme determinación de luchar contra el asesinato masivo y por la entonces utópica libertad de su pueblo.
En el cuarto día del heroico levantamiento escribe: “El sueño de mi vida se ha cumplido. La Autodefensa Judía en el Gueto ya es un hecho; la resistencia armada es una realidad. Soy testigo de los actos heroicos de los sublevados judíos“.
El 8 de Mayo de 1943, el comandante de la organización judía de combate de tan solo 24 años de edad, Mordejai Anilevich ya no estaba entre los vivos, su cuerpo y el de otros combatientes yacían en el búnker de Mila 18. Habían ofrendado sus vidas en la heroica causa por la Vida y la Libertad.
Corrientes, Capital. Vísperas de Pesaj de 1958
Mi abuela Sara iba de compras una vez a la semana al mercado de frutas y hortalizas del barrio donde vivíamos y me había otorgado el gran honor de ser su ayudante oficial. Con mis cinco añitos de edad me sentía muy orgulloso de tal honrosa actividad. La recompensa mas preciada era el infaltable chipá correntino (exquisito pan hecho con almidón de mandioca, queso, leche, huevos, manteca y sal) con que me obsequiaba mi abuela por mis valiosos servicios.
En esa hermosa mañana de abril del 58 y antes de salir al mercado, mi querida abuela me dice con una dulce y calida sonrisa: “Esta semana ya no habrá chipá, lo reemplazaremos por matzá (pan ázimo elaborado con harina y agua, la comida oficial de Pésaj) porque debemos recordar que ya no somos esclavos, somos libres”.
Sentí la falta del chipá correntino porque aun hoy me resulta muy rico pero esa vez disfruté realmente de la matzá y de la conciencia de Libertad que me trasmitió mi querida y bella bobe (abuela en idish).