El Embajador de Argentina en Israel Sergio Urribarri enfrenta un complejo megajuicio por “sueño entrerriano” a partir del 27 del corriente en una causa donde se reunieron tres legajos. En las tres causas se lo acusa de haber utilizado fondos públicos para costear la campaña presidencial en 2014.
La acusación principal a Urribarri dice que en el 2015 utilizó distintas contrataciones para desviar $ 47 millones (unos 6 millones de dólares) y así financiar su frustrada candidatura a presidente dentro del Frente para la Victoria.
Está acusado por los delitos de peculado y negociaciones incompatibles con la función pública. Los fiscales adelantaron una pena de nueve años de prisión. Los mismos delitos se le atribuyen al ex ministro de Cultura y Comunicación, Pedro Báez, para quien pidieron ocho años.
A Aguilera, cuñado de Urribarri, se lo acusan de haber cobrado una coima por la instalación del parador playero; la contadora Corina Cargnel, de las empresas TEP SRL y Next SRL, a través de las cuales se habría triangulado el dinero de esas coimas; y el empresario Gerardo Caruso, que montó el parador en Mar del Plata. Para ellos, los fiscales pedirán condenas de ocho a cuatro años de prisión.
En tanto, los ex funcionarios Hugo Félix Céspedes, ex coordinador de la Unidad Operativa Cumbre del Mercosur; y Gustavo Javier Tortul, que fue coordinador contable de esa comisión especial, también están acusados por las contrataciones de publicidad y los fiscales pedirán condenas de cuatro años de cárcel para ellos.
La resolución
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Arranca un megajuicio contra el embajador en Israel por el desvío de US$ 6 millones – https://t.co/ajrJ5RvH6W
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