2021: ¿Un año clave para asegurar el futuro de comunidades judías vitales y vibrantes?
Editorial de “Identidades”
El 2021 puede significar (si se quiere) una bisagra en la historia del judaísmo argentino.
1. Deberíamos dejar en el pasado las habituales y frecuentes grietas contemporáneas de la dirigencia judía argentina.
2. Fortalecer aquellos liderazgos inspiradores e innovadores que logren convocar a los demás a recorrer con pasión y entusiasmo nuevos caminos y bregar con ahínco y convencimiento por los cambios necesarios.
3. Disminuir los preocupantes niveles de disgregación y asimilación comunitaria e incentivar urgentemente la incorporación y participación activa dentro de los diferentes estamentos comunitarios a amplios sectores de una población judía que vive completamente alejada de la vida judía por carencia de motivaciones o de plena conciencia sobre su identidad.
4. Proteger nuestras comunidades de la judeofobia para afrontar esa demencial ola de antisemitismo en el mundo que no deja de crecer, implementando estrategias efectivas e innovadoras, pues hoy ya no es suficiente sólo con afrontar la discriminación con rechazos, denuncias y repudios.
5. Generar una institucionalidad innovadora que apueste a la protección y contención social sostenible de los cada vez más amplios y vulnerables sectores comunitarios afectados por la creciente pobreza en la Argentina.
6. Las instituciones judías deben bregar por una auténtica apertura al tan declamado pero no efectivizado recambio generacional y crear un espacio atractivo y abierto para una juventud que pueda protagonizar democráticamente el futuro judío.
7. Abandonar definitivamente los viejos y perimidos vicios para eternizar las mismas figuras de siempre en las conducciones, acuerdos para canjear votos por cargos, recambios de lugares en las listas directivas para que nada cambie, sellos de goma que no representan a (casi) nadie, etc. Vicios que solo producen instituciones débiles, ineficientes y anquilosadas.
8. En un mundo actual donde la única certeza es el cambio se hace vital que las instituciones se adapten a los nuevos tiempos que ya llegaron. Aquellas gestiones que no se adapten serán ineficientes y débiles, y no podrán afrontar los desafíos para las que fueron creadas.
9. Blindar las comunidades de los caprichos de los gobiernos nacionales de turno que buscan introducir extrañas y nocivas grietas desde afuera de los ámbitos comunitarios con el objetivo de lograr instituciones débiles y sumisas. Esto no descarta el vital hecho de cooperar y trabajar mancomunadamente con estos entes en todos los temas que garanticen la preservación de los derechos humanos de los argentinos.
10. Avanzar hacia adelante con los valores éticos del judaísmo y nuestros irrenunciables vínculos con el Estado de Israel para lograr comunidades vitales y vibrantes, dejando atrás esas desvencijadas y arcaicas metodologías que nos impiden ver el futuro.
Dice el proverbio judío: “Si te esfuerzas y consigues, cree. Si te esfuerzas y no consigues, puedes creer. Si no te esfuerzas y consigues, no creas”
Editorial del Dr. Guido Maisuls