Israel y los escritores: Amores y Odios pero nunca Indiferencias

Israel y los escritores: Amores y Odios

“Luces y Sombras”

Marcos Aguinis, Günter Grass, Jorge Luis Borges, Mario Vargas Llosa, Bob Dylan, José Saramago, Amos Oz  y  Eduardo Galeano.

Por Guido Maisuls

Israel siempre experimentó una relación compleja y difícil con los grandes escritores contemporáneos, conocidos pensamientos  de amores y de odios pero jamás de indiferencias. El mundo interno de los intelectuales siempre se debatió entre la subjetividad y la objetividad, el entorno personal y social, los prejuicios y la formación cultural, los valores individuales e ideológicos; como en cualquiera de los integrantes de lo que hoy llamamos la “opinión pública”

 

Marcos Aguinis, es un escritor argentino que sintetiza magistralmente su creación en su viaje personal por la medicina, el psicoanálisis, la literatura, el arte, la Secretaria de Cultura de la Nación y la historia. El mismo ha expresado: “He viajado por el mundo, pero también he viajado por diversas profesiones cultivando el oficio de escritor”. Ha recibido, entre muchos galardones, el Premio Planeta (España) y de la Sociedad Argentina de Escritores el Gran Premio de Honor por la totalidad de su obra.

Sus obras más prominentes fueron: Refugiados. Crónica de un palestino (1969), La cruz invertida (1970), Cantata de los diablos (1972), La conspiración de los idiotas (1978), Profanación del amor (1989), La gesta del marrano (1991) y La matriz del infierno (1997).

En su excelente articulo “Israel, judío entre las naciones” opina: “Aunque no es una definición original, se la debería tener en cuenta. Israel ahora condensa el milenario odio hacia los judíos y es tratado con el mismo consciente o inconsciente prejuicio. Siempre es el culpable. Haga lo que haga, siempre está mal, excepto cuando contribuye a su autodestrucción. Se desconocen sus virtudes, se exageran sus defectos…

…Israel, judío entre las naciones, imperfecto como toda construcción humana, deberá seguir tolerando la doble vara con que se miden sus acciones. Es ineluctable. Pese a ello, sólo le queda reforzar lo que fortifica una buena relación con los sectores pacifistas y racionales del mundo árabe. Ya ha realizado mucho y bueno en varios campos, aunque de eso no se habla. Tiene que hacer más. Allí reside su condena o su gloria”

 

El escritor alemán Günter Grass murió a los 87 años, fue  la voz de una generación de alemanes que alcanzaron la mayoría de edad en la Segunda Guerra Mundial y llevaron la pesada mochila de la culpa de sus padres por las atrocidades de los nazis. Cuarenta años después de su obra “El tambor de hojalata” en 1999, recibió los dos más prestigiosos premios del ámbito literario mundial, el Nobel y el Príncipe de Asturias de las Letras.

 

Günter Grass resucitó su pasado nazi de pertenencia a las Waffen SS de Hitler cuando relató en su autobiografía en el 2007, “Pelando la cebolla”, que a los 17 años perteneció a las Waffen-SS es decir que estuvo entre el casi millón de soldados que reclutó al final la SS (Schutzstaffel) o “Cuerpo de Protección” del nazismo.

Hace pocos años, Günter Grass escribió el poema “Lo que hay que decir”: “Israel pone en peligro una paz mundial ya de por sí frágil” donde calificó a Israel de ser una verdadera amenaza para la paz mundial y pidió que no se le permita lanzar ataques militares contra Irán, en un poema que muchos intelectuales calificaron de judeófobo y sionofobo.

“¿Por qué solo ahora lo digo que la potencia nuclear Israel pone en peligro una paz mundial ya de por sí frágil? Porque hay que decir lo que mañana podría ser demasiado tarde”. Günter Grass en “Lo que hay que decir”

 

Considero a Jorge Luis Borges como uno de los genios literarios más grandes del siglo XX, ciego a los 55 años pero afectado también por la prejuiciosa ceguera política ilustrada de la Academia Sueca que le impidieron ganar el Premio Nobel de Literatura al que fue candidato durante casi treinta años.

Mantuvo siempre con Israel una relación de admiración, de cariño y de pertenencia emocional. En su poema “Israel” 1969, describe y predice con precisión la milagrosa evolución de la única democracia real del medio oriente: levantar un país vibrante y moderno desde las diásporas, las ciénagas y los desiertos.

En ISRAEL 1969 (Elogio de la sombra 1969), Jorge Luis Borges nos dice:

“…Serás un israelí, serás un soldado.
Edificarás la patria con ciénagas;
la levantarás con desiertos.
Trabajará contigo tu hermano,
cuya cara no has visto nunca.
Una sola cosa te prometemos:
tu puesto en la batalla…”

 

Mario Vargas Llosa ha sido galardonado con el Nobel de Literatura en 2010. En ciertos aspectos, siento la satisfacción del merecido premio a este extraordinario escritor, cuya obra literaria la considero auténticamente ambientada  en tantas vivencias hispanoparlantes y sudamericanas en común. Por otro lado, debo confesar tener un dejo de tristeza y un sentido reproche hacia su injustificada  obsesión de considerar que el tema de la paz en este complejo Medio Oriente es responsabilidad absoluta de Israel.

En su “Cada día es más difícil ser amigo de Israel” del 13/06/2010, me impacta sobremanera su opinión injusta, prejuiciosa e inexacta sobre las supuestas malas intenciones políticas del gobierno israelí en este maltrecho proceso de paz, haciendo recaer solo de este lado la responsabilidad de todas las complicaciones y aspectos negativos, enviando en forma equivocada y quizás inocente todas las aguas hacia  los tradicionales y persistentes demonizadores  del único estado democrático de la región.

“Cada día es más difícil ser amigo de Israel, salvo para los incondicionales convencidos de que todo lo que hacen las autoridades israelíes es bueno, que todos los palestinos son terroristas y que las críticas a la política de Israel son siempre producto del antisemitismo. Yo sigo siéndolo, pese a la repugnancia que me inspira su Gobierno actual, la intransigencia fanática de sus colonos y los abusos y, a veces, crímenes que Israel comete en los territorios ocupados y en Gaza, o fuera de sus fronteras, como ocurrió hace poco con los nueve muertos y las decenas de heridos de la flotilla de la libertad.”. Mario Vargas Llosa.

 

Bob Dylan (Robert Allen Zimmerman-Shabtai Zisel ben Avraham) es uno de los genios musicales y culturales más influyentes del siglo XX, que junto a los Beatles modelaron la música rock tal como hoy la conocemos.

En el año 1983 escribió una canción en apoyo al Estado de Israel, que se llamaba “Neighborhood bully” (“El matón del barrio”) en solidaridad con quien -tanto ayer como hoy- estuvo y está enfrentando valientemente una atroz e interminable judeofobia y sionofobia internacional.

Israel es “el matón del barrio” quien fue expulsado de su tierra hace más de 2.000 años y de todas las tierras mientras vagaba errante por el mundo, sufriendo horribles persecuciones, dispersiones, expulsiones, inquisiciones, linchamientos, conversiones forzadas y genocidios. Eternamente enjuiciados por el solo hecho de haber nacido, de existir.

Según Bob Dylan, Israel sigue siendo para quienes lo odian “el matón del barrio”, el que lucha heroicamente para seguir sobreviviendo a sus enemigos de ayer, de hoy y de siempre mientras sus enemigos continúan acusándolo falsamente de ocupar sus tierras mientras lo superan numéricamente como de un millón a uno.

“El matón del barrio” “Ha hecho un jardín del paraíso en la arena del desierto,…Tomó las migajas del mundo y las convirtió en riqueza,…Tomó enfermedad y peste y las convirtió en salud” Bob Dylan en referencia a Israel.

 

En el año 1998 le fue concedido el Premio Nobel de Literatura a José Saramago quien además de ser uno de los genios literarios más grande de nuestros tiempos fue el autor intelectual y difusor mediático de grandes falsedades teñidas de la más burda y rancia judeofobia como sus llamados a detener el supuesto “genocidio” del pueblo palestino similar al perpetrado en Auschwitz y de su pérdida de simpatía hacia los judíos por el hecho de aplicarles a los palestinos los mismos abusos de los que fue víctima. Un claro ejemplo de judeofobia de izquierda y de claros e injustos abusos verbales hacia Israel y el pueblo judío.

“Esto que está pasando en Israel contra los palestinos es un crimen contra la humanidad. Los palestinos son víctimas de crímenes contra la humanidad cometidos por el gobierno de Israel con el aplauso de su pueblo”. José de Sousa Saramago en “Palestina es como Auschwitz”

 

Amos Oz es un escritor, novelista y periodista israelí, considerado como uno de los más importantes escritores contemporáneos en hebreo. Premio Israel de Literatura, Premio Goethe de Literatura, Premio Príncipe de Asturias de las Letras y candidato varios años consecutivos al Premio Nobel de Literatura.

Siendo uno de los fundadores del movimiento pacifista israelí “Paz Ahora” (Shalom Ajshav), escribe en “Una receta para salvar a Israel”:

“El futuro me genera mucha ansiedad. Tengo miedo de la política del gobierno, y esa política me avergüenza. Tengo miedo del fanatismo y la violencia que se extienden por aquí, y también eso me avergüenza. Pero me siento bien por ser israelí. Me siento bien por ser un ciudadano de un país con 8 millones de primeros ministros, 8 millones de profetas y 8 millones de mesías. Cada uno con su fórmula personal para la redención. Todos gritan, sólo unos pocos escuchan. No es aburrido. Y a veces es intelectual y emocionalmente fascinante”

“Ahora es tiempo para una pequeña confesión muy personal: Amo al Estado de Israel incluso cuando no puedo tolerarlo. Si mi destino es caerme un día en la calle, quiero caer en una calle en Israel. No en Londres, no en París, no en Berlín y no en Nueva York. Aquí, la gente me levantará. Cuando vuelva a estar parado, habrá sin duda unos cuantos que estén deseando que me vuelva a caer, pero si me vuelvo a caer alguien me volverá a levantar”

 

El periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano a fallecido a los 74 años en Montevideo, su ciudad natal y esta considerado como uno de los más destacados escritores de la literatura latinoamericana. Entre sus libros se destacan Memoria del fuego (1986) y Las venas abiertas de América Latina (1971), traducidos a veinte idiomas.

Eduardo Galeano escribe en “Gaza”:

Son hijos de la impotencia los cohetes caseros que los militantes de Hamas, acorralados en Gaza, disparan con chambona puntería sobre las tierras que habían sido palestinas y que la ocupación israelí usurpó. Y la desesperación, a la orilla de la locura suicida, es la madre de las bravatas que niegan el derecho a la existencia de Israel, gritos sin ninguna eficacia, mientras la muy eficaz guerra de exterminio está negando, desde hace años, el derecho a la existencia de Palestina. Ya poca Palestina queda. Paso a paso, Israel la está borrando del mapa…

…Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza?”

 

Pero, es Israel: ¿blanco o negro?, ¿un héroe o un villano?

Dentro de este marco de luces y sombras, hoy puedo afirmar desde el claroscuro de mi opinión, desde mi conciencia, mis sentimientos y mi esencia que Israel no es blanco o negro, es mi héroe preferido a pesar de las luces y de las sombras.

 

Dr. Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
www.identidades.com.ar

 

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