Jacob comprendió que su hijo era el mensajero

Minsk, hoy capital de Bielorrusia. Pesaj de 189….

La vida de Jacob Maisuls transcurría dramáticamente en su Minsk natal, ciudad que amaba desde siempre pero los últimos acontecimientos lo inquietaban y lo preocupaban, desde el asesinato del Zar Alejandro II en la ciudad de San Petersburgo venían ocurriendo violentos pogroms en todos los dominios del Imperio Ruso y ahora habían aparecido estos desgraciados sucesos en su propia ciudad, en su propio vecindario, muy cerca de su hogar.

Una pesada gota rebalsó su copa. Una fría tarde de abril irrumpió su hijo mayor con el rostro demudado, anunciándole que terminaba de recibir el llamado para alistarse en el ejército del Zar, en cumplimiento de sus diez años del servicio militar obligatorio.

Con voz grave y quebrada explicaba a su padre que no debiéndole ninguna lealtad a este emperador que promovía activamente la persecución, el aislamiento y la pobreza de su comunidad, tomaba la forzada decisión de dirigirse al puerto de Odessa y subir al primer barco que zarpara hacia América.

En una corta fracción de segundo, Jacob comprendió que su hijo era el mensajero, que ya era el momento crucial de buscar la Paz y la tranquilidad en otros horizontes, en lejanas y promisorias tierras de Paz y de Libertad, en Argentina.

Dr. Guido Maisuls
Periodismo de opinión e investigación
www.identidades.com.ar

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