*El soñador incomprendido*
¿Cuánto nos cuesta aceptar un sueño ajeno?
Un soñador, que viene con ideas nuevas sobre cómo hacer las cosas.
Un hermano raro, mundano, comparte sus anhelos muy distintos a lo que estamos acostumbrados.
Moverse de la costumbre es siempre un riesgo.
Nos tarda digerir que lo que vemos tiene otras maneras de interpretarse sin perder la esencia.
Iosef, era distinto, pensaba distinto, actuaba distinto, pero en una nueva y más sofisticada versión de seguir el camino de sus padres.
Al igual que el Jasidismo, sufrió las consecuencias de querer cambiar y mejorar lo existente.
Es entendible que quieran quedarse en el lugar y no modificar nada, los riesgos son altos.
Pero los sueños son la clave, hay que escucharlos y tener el coraje de creer en ellos y poder concretarlos. Hay que ser tenaz, no dejarse amedrentar por la crítica.
Las estructuras rígidas sufren el paso del tiempo y se resienten, las fórmulas que servían ayer, hoy son anticuadas.
Es un balance delicado. Hay que aferrarse a la esencia de lo anterior, sin derrocar las bases de lo bueno, pero animarse a explorar nuevas fronteras.
El tiempo les dió la razón.
Iosi Levy
Servicio judío de opinión e investigación periodística
www.identidades.com.ar
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