
Mi experiencia personal: Los aportes de la comunidad judía a “Una Argentina diversa e inclusiva”
Dr. Guido Maisuls
Entre los años 2015, 2016 y 2017 tuve la extraordinaria oportunidad de desarrollar una experiencia excepcional en cuanto a interacciones, relaciones y aportes institucionales mutuos entre la comunidad judía y la sociedad argentina como capacitador de la DAIA en dicho periodo para lograr lo que llamábamos “Una Argentina diversa e inclusiva”
Siempre he reclamado desde mi visión como periodista judeo argentino de la conveniencia de una total autonomía e independencia de nuestras instituciones judías de los poderes de turno del Estado, de entes no gubernamentales y de empresas particulares excepto en situaciones de cooperar y trabajar mancomunadamente en todos los temas que garanticen la inclusión social y la defensa de los derechos humanos de los argentinos.
Rescato de mi memoria aquella gesta tan rica y positiva que me permitió soslayar las extraordinarias cualidades y valores que posee nuestra comunidad judia de poder aportar generosamente a esta argentina tan necesitada de convivir en una sociedad democrática, vital e inclusiva digna de ser vivida.
Publicación de la Revista “Compromiso” lun, 17 de jul. de 2017 20:24
https://www.daia.org.ar/?s=maisuls
https://www.daia.org.ar/wp-content/uploads/2018/11/Compromiso-65-Septiembre-2016.pdf
Mi primera misión de capacitador para la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) en este año 2016 fue en la Provincia de Formosa donde arribé con un bagaje muy elaborado sobre Diversidad Cultural, Inclusión y la problemática de las Discriminaciones pero en lo que aún sentía carencia de certezas era sobre la posibilidad real de sembrar humildes granitos de arena para una sociedad más inclusiva y con menos niveles de violencia y sufrimiento. Mi incertidumbre fue disipándose desde el comienzo cuando me encontré con un público fresco, juvenil y transparente como lo fueron los cientos de chicas y chicos formoseños de los colegios secundarios y de la escuela de oficiales, suboficiales y agentes de policía que fueron recibiendo abiertamente una mirada inclusiva sobre sus propias esperanzas y proyectos de vida y que me devolvieron generosamente con sus bagajes personales, la posibilidad cierta de avizorar juntos una mejor calidad de vida.
De ahí en adelante se fueron repitiendo estas fértiles experiencias con más y más jóvenes de escuelas primarias y secundarias, estatales y privadas de Tucumán y Corrientes, con las fuerzas de seguridad de Chaco, donde en todas las capacitaciones logramos pensar juntos con miles de ellos sobre estas temáticas previamente impensadas para la gran mayoría y la necesidad de incorporar a sus vidas cotidianas la conciencia sobre las prácticas discriminatorias, Derechos Humanos, prejuicios y estereotipos, diversidad cultural, inclusión y exclusión social y la misión de la DAIA en estos complejos momentos históricos.
El otro desafío a alcanzar fue el de llevar también este mensaje inclusivo a los adultos de este interior argentino en las capacitaciones a oficiales y suboficiales en actividad de las fuerzas de seguridad y al personal, coordinadores y funcionarios de las áreas educacionales , de infraestructura y fuerzas de seguridad que además de acompañarme, participaron activamente de estas actividades, recibiendo y aportando con sus experiencias personales a estas gratificantes y productivas jornadas para fortalecer la Diversidad Cultural y lograr una sociedad más inclusiva y libre de discriminaciones.
Esta productiva tarea no fue sencilla pues se debió atravesar prolongadas y agotadoras jornadas de viajes, el acceso posible a lugares alejados, numerosos sucesos imprevistos, el cumplimiento maratónico de complejos horarios pero siempre estuvo presente el apoyo incondicional de los respectivos coordinadores y responsables provinciales a disposición de esta hermosa tarea propuesta.
Puedo dar prueba fehaciente de lo constructivo de esta tarea de difundir diversidad e inclusión en estos complejos momentos que atraviesa la sociedad argentina, con las numerosas expresiones de cariño y reconocimiento recibidas de los diferentes colectivos sociales con los que hubo contacto y de la inexistencia de eventuales inconvenientes que pudieran surgir por transmitir un mensaje inclusivo desde mi condición de judío argentino y en representación de una entidad como la DAIA.
No quiero dejar de mencionar que todos estos pequeños brotes verdes, que tengo la certeza que se van a ir fortaleciendo con el tiempo en este terreno fértil que es nuestro interior argentino, de ninguna manera hubieran sido posibles sin la extraordinaria dedicación y confianza del Centro de Estudios Sociales (CES) de la DAIA, de su directora Marisa Braylan, de todos los integrantes del personal de DAIA, de la Comisión Directiva presidida por Ariel Cohen Sabban y de la misión asumida por la entidad de lograr una Argentina diversa e inclusiva.