¿Qué está en juego en estas elecciones israelíes?

¿Qué está en juego en estas elecciones israelíes?

Los tres nuevos debates instalados en la política israelí

En estas elecciones israelíes del 17 de septiembre del 2019 se ha instalado un peculiar escenario nacional donde ya no se debate como en otras épocas como neutralizar las posibles armas atómicas de la teocracia iraní, la tradicional y hostil presencia de la belicosa Siria, las amenazas letales de la Hezbollah desde el Líbano, la presencia terrorista de Hamas  desde la Franja de Gaza y las sangrientas intifadas desde las poblaciones palestinas de Judea y Samaria.

Tampoco se debate hoy sobre como ha hecho Israel para transformarse en una próspera y pujante nación orientada a la innovación, al desarrollo y a la creatividad en forma tan veloz. Como se logró el fenómeno emprendedor israelí basado en una mentalidad desestructurada que no funciona en base a los cánones tradicionales invirtiendo siempre en educación, emprendimiento e innovación.

¡Una potencia tecnológica, económica y la única democracia real en el medio oriente!

Hoy los israelíes debaten otros temas:

  • La vigencia de la religión judía en Israel
  • La soberanía israelí en Judea y Samaria
  • El nuevo rol político de los árabes israelíes 

1. La vigencia de la religión judía en Israel

Los ortodoxos o haredíes y los laicos desarrollan un potente debate en torno a la vigencia de la religión judía en el quehacer nacional, la disputa en torno a la ley de reclutamiento al servicio militar obligatorio, la relación entre la religión y el Estado, la creciente influencia de los haredíes en la educación, el transporte público en Shabat, etc. Este áspero debate se desarrolla principalmente entre Avigdor Lieberman, líder de “Israel Nuestro Hogar” (Israel Beitenu) y Yair Lapid de Azul y Blanco frente a los partidos haredíes como el Shas y el Judaísmo Unido de la Torá pero donde también se involucran los demás factores políticos israelíes e incluso los dos principales espacios políticos nacionales como el Likud de Benjamín Netanyahu (socio de haredíes) y Azul y Blanco de Benny Gantz (más cercano a los laicos).
Avigdor Liberman, líder de Israel Beitenu se negó a integrarse a la coalición de Netanyahu por estar en desacuerdo con la ley de reclutamiento de los haredim por lo cual se debió llamar a nuevas elecciones y esto se puede volver a repetir porque Lieberman decidió apoyar ahora a un gobierno de unidad sin los ortodoxos.
La Unión de Partidos de Derecha (URWP) o Iamina liderado por Ayelet Shaked fortalecen la coalición de derecha en la búsqueda de más diputados sionistas religiosos en un futuro gobierno de centro derecha.

2. La soberanía Israelí en Judea y Samaria

Durante una entrevista ofrecida a la Radio del Ejército (Galei Tzáhal) el primer ministro Benjamín Netanyahu prometió que si es reelegido anexará zonas “vitales” de Judea y Samaria y que lo hará en coordinación con el presidente de Estados Unidos Donald Trump.
El Gabinete de Ministros aprobó la legalización del asentamiento de Mevot Yeriho en el Valle del Jordán y Netanyahu informó al Consejo de Ministros su decisión de su plan para anexar el Valle del Jordán y todas las comunidades judías en Judea y Samaria.
Benjamín Netanyahu afirmó en una entrevista ofrecida a la Radio del Ejército (Galei Tzáhal) que si fuera reelegido este 17 de septiembre anexaría Kiryat Arba y las áreas judías de Hebrón.
Todas estas promesas pre electorales de soberanía israelí de Benjamín Netanyahu son fuertemente rechazadas por el concierto de países árabes de la región, de varios gobiernos europeos y cuentan con la oposición o cuestionamiento de los factores políticos israelíes de centro izquierda y de los partidos árabes israelíes.

3.  El fortalecimiento de la Lista Árabe Conjunta en la nueva política israelí y el nuevo rol político de los árabes israelíes.

Según una encuesta, la participación de los votantes árabes israelíes pasaría del 49% en abril alrededor del 56% este 17 de septiembre.
La Lista Árabe Conjunta podría convertirse así en el tercer partido más grande de Israel y probablemente su líder Ayman Odeh recomendaría a Azul y Blanco de Benny Gantz para que forme gobierno y hasta podría incorporarse por primera vez en la historia de Israel a esa coalición de centro izquierda, formar parte del gobierno o apoyarlo desde afuera con una incidencia decisiva y novedosa en la política israelí.

Evidentemente los israelíes de hoy debaten sobre estos nuevos desafíos.  Tal vez ha llegado la hora de construir nuevos paradigmas que los pioneros de las primeras épocas del Estado ni se hubieran imaginado.

Dr. Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
www.identidades.com.ar

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