_Parshat Koraj-3 de Tamuz_
*El Rebe de todos*
¿Cuál es la diferencia entre un Rebe y un rabino? El Rabino es para un grupo, para una comunidad, el Rebe piensa, estimula y conecta a todos.
Normalmente el mundo se divide, la gente piensa distinto, discute y confronta. Si alguien adhiere a mi ideología somos del mismo equipo. La unanimidad es difícil de conseguir, y eso hace a la negociación y a la democracia.
Si una persona me cae bien a mí, no le tiene que agradar a todo el mundo.
Moshé es un líder extraordinario (digo *es* porque en cada generación hay un Moshé) vemos que aún a sus enemigos más feroces no pierde la esperanza, ni la paciencia, ni el amor incondicional hacia ellos.
Con un amor infinito va a buscar a Datan y Aviram, los antagonistas, los más rebeldes.
El Rebe enseña a lo largo de sus charlas un método genial de estudio, todos los villanos y opositores de la Torá tienen algo positivo, nadie es malo al cien por cien.
Se endulzan y entienden bajo su mirada (siguiendo el ejemplo del Rebe de Berdichev de encontrar siempre los méritos de cada uno).
Una vez le preguntaron al Rebe anterior ¿Por qué se acercaba a todos, gente alejada del judaísmo y de los buenos modales? él contestó: – *Hay que agotar el amor antes de ejercer el rigor. Otorgar el beneficio de la duda, en realidad es el beneficio de la certeza, la certeza de que cada uno tiene algo bueno para aportar.*
Porque esa es la esencia de un Rebe, que llega a todos los lugares y descubre la esencia de cada uno, la extrae y la manifiesta.
El domingo se cumple un nuevo aniversario de la desaparición física del Rebe, pero es inevitable sentir su presencia y su impacto día a día.
Un buen maestro no es el que hace que todos hagan lo que él quiere, sino el que saca lo mejor de cada alumno. Lo nutre, lo potencia, *le saca el jugo.*
No todos somos iguales, todos somos irremplazables .
*Alguien que cree en tu potencial más de lo que tú mismo crees.*
El Rebe dijo una vez: Mi tarea es encender la vela que hay en cada en alma o por lo menos acercarle el fósforo.
Shabat Shalom
Iosi y Jaia B. Levy