Asimilación: ¿Dejaremos de ser lo que somos?

Asimilación: ¿Dejaremos de ser lo que somos?

La palabra asimilación tiene su origen en el idioma latín: “a” y “similis” significan literalmente, volvernos semejantes a los otros.

El término asimilación fue utilizado hace unas pocas décadas por el psicólogo suizo Jean Piaget pensando en las personas que incorporan nuevos elementos en sus esquemas mentales originarios.

Pero mi interés principal es incursionar en el proceso de asimilación étnica, cultural, religiosa, etc. de una vertiente minoritaria como lo es el judaísmo mundial actual inmerso en un gigantesco océano social mayoritario, hegemónico y  dominante.

David Brooks  en “The Tel Aviv Cluster”, The New York Times, en el 2010 nos muestra una tendencia mundial indiscutible: “Los judíos constituyen un grupo que ha logrado tanto resultados como fama. Ellos alcanzan el 0.2 % de la población mundial, pero representan el 54 % de los campeones mundiales en ajedrez, el 27 % de los laureados con el Premio Nobel en física y el 31 % de los galardonados en medicina.

Los judíos forman el 2 % de la población estadounidense, pero constituyen el 21 % de la liga estudiantil, el 26 % de los premiados del Centro Kennedy, el 37 % de los directores de cine ganadores de Premios Óscar en la Academia de Hollywood; el 38 % de los filántropos líderes sobresalientes en la recientemente publicada lista de Business Week, sí como también el 51 % de los ganadores del Premio Pulitzer en el campo de la no-ficción”.

Sabemos que la asimilación existe desde la antigüedad pues siempre hubo judíos que se asimilaron al entorno social donde vivían, dejando de practicar su judaísmo y rechazando su propia identidad judía.

Pero irremediablemente hoy, los judíos se asimilan aceleradamente a un ritmo sin precedentes históricos. ¿Qué está ocurriendo con la asimilación en nuestras comunidades judías?

En estos tiempos, el Ministro de Educación y Asuntos de la Diáspora, Naftali Bennett, refiriéndose al proceso asimilatorio que ocurre actualmente en el judaísmo mundial nos dijo aquello que parece ser un secreto que la realidad nos revela gritándonos con altavoces: “Estamos perdiendo millones de judíos por la asimilación…”

Sergio Della Pergola, experto en demografía judía y titular de la cátedra Shlomo Argov de la Universidad Judía de Jerusalén (UHJ) nos explicaba hace poco: “En todos los países del mundo, el índice de casamientos mixtos está en alza… En la actualidad, el mayor índice de casamientos mixtos se produce en las repúblicas de la ex Unión Soviética, donde más del 75 % de los judíos se casan con personas que no lo son. En los EE.UU. las cifras se aproximan al 55%, en Francia y el Reino Unido ascienden al 40%, en Canadá es de alrededor del 35 %, en Australia del 25 %, y en México quizá del 10 %”.

“La asimilación del 85% de los judíos de Europa es peor que el Holocausto”: En 2014 hubo una reunión del Centro Rabínico de Europa (CRE – Rabbinical Center of Europe RCE), una de las organizaciones más importante de Europa donde participaron más de 300 rabinos de 40 países europeos en Budapest (Hungría) para discutir la asimilación y se llegó a la tajante conclusión: “más de un 85% de los judíos europeos aceptan la asimilación. El 80% no asiste a las sinagogas incluso en Yom Kipur. Más del 75% de los niños judíos en Europa no reciben una educación judía y más del 90% de los estudiantes judíos europeos no tienen conexiones con la comunidad judía”.

En mi opinión existen tres posibilidades que puede asumir el judío ante la realidad que lo circunda:

1. Una posición universalista o ser un sujeto abstracto y universal que quiere mostrar que es solo una persona debajo de su aparente condición de judío. Una persona como todas, no porque sea judío, sino porque es un hombre.

2. Una posición que se sostiene en la reafirmación de su condición judía frente a las distintas realidades de los países en donde pueda habitar o su decisión de asumir definitivamente su existencia en su hogar nacional ancestral, llámese Israel.

3. La asimilación como tercera posibilidad, es decir el hecho de borrar definitivamente su condición judía de su vida cotidiana y frente a la sociedad que lo sustenta.

Queridos lectores de mi apurada y pasional reflexión personal comparto con Uds. estos interrogantes para que lo pensemos junto:

 ¿Estamos dejando (consciente o inconscientemente) de ser judíos?

¿Por qué muchos judíos pierden el deseo de ser judíos?

¿Qué y cómo hacen las familias judías para que sus hijos sigan siendo judíos?

¿Porqué muchos judíos se alejan de las comunidades judías?

¿Qué hacen las instituciones comunitarias judías frente a esta asimilación?

¿Qué piensan los dirigentes comunitarios?

¿Qué hace la educación judía ante este acelerado ritmo asimilatorio?

¿Qué hace Israel al respecto? ¿Es la Aliah una solución definitiva?

¿Qué pensamos al respecto?

¿Qué hacemos al respecto?

¿Dejaremos de ser lo que somos? o ¿Volveremos a ser lo que fuimos?

Dr. Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
www.identidades.com.ar

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