¡A pesar de todo (Lamroth Hakol), estamos juntos aquí!
Hace tan sólo 81 años ocurrió la trágica Noche de los cristales rotos o Kristallnacht o Novemberpogrome. En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 hubo un estallido de violencia contra los judíos en toda Alemania. Los 600 000 judíos, que representaban sólo el 0,76 % de la población total, fueron señalados por la maquinaria de la propaganda nazi como el enemigo interno.
Estos ataques dejaron las calles cubiertas de vidrios rotos pertenecientes a los escaparates de las tiendas y a las ventanas de los edificios de propiedad judía. Aproximadamente 1.570 sinagogas, más de 7.000 tiendas, cementerios, hospitales, escuelas y hogares judíos fueron saqueados, destruidos o seriamente dañados mientras la policía y las brigadas de bomberos se mantenían al margen.
Unos 91 ciudadanos judíos fueron asesinados, 30.000 fueron detenidos y posteriormente deportados en masa a los campos de concentración de Sachsenhausen, Buchenwald y Dachau.
En 1938 fue publicado un libro de texto para las escuelas elementales de la Alemania nazi denominado Der Giftpilz (La seta venenosa) que justificaba el origen de esta tragedia: “Nuestros chicos y chicas tienen que saber quiénes son los judíos. Deben saber que el judío es la seta venenosa más peligrosa que existe. Al igual que las setas crecen por doquier, el judío se encuentra en todos los países del mundo. Del mismo modo que las setas venenosas provocan a menudo desgracias, el judío es causante de miseria y de pena, de infección y de muerte”.
A pesar de todo (Lamroth Hakol), 81 años después de la noche de los Cristales Rotos todos los judíos tenemos el gran privilegio de que en estos momentos y en todos los rincones del mundo cantemos: “Mira cuán bueno y agradable es que los hermanos habitemos juntos en armonía” “Hiney ma tov u’manayim Shevet ach-im gam ya-chad”
Guido Maisuls
Servicio judío de opinión e investigación periodística
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